EL TORO DE LIDIA EN ECUADOR - Artículo de OPINIONYTOROS.com :: Noticias, información y opinión sobre tauromaquia, toreros y corridas de toros

Mucho se habla en el mundo del toro bravo, sobre el peso y su participación en festejos taurinos, en plazas de diversas categorías pero, siempre se hace hincapié, en toros descomunales (alrededor de 600 kilos) para las principales ferias taurinas en el planeta e, igualmente, sobre el peso del ganado en América. Ante esta situación, me he permitido señalar lo que establecen las leyes vigentes -al momento- en todo el país y, el porqué de esa diferencia.

Es importante establecer que las ganaderías de reses bravas en Ecuador, están ubicadas en la serranía nacional, es decir, a alturas que sobrepasan los 3.000 msnm y, por lo tanto, tenemos ganado bravo, que crece y sube por pendientes bastantes elevadas, para poder llegar donde los ganaderos les colocan el agua y el pienso. Por lo tanto, cuando llegan a las plazas de toros, tienen que bajar de su lugar habitual; y, por ello, no son demasiado corpulentos (existe más fibra que grasa) pero, adicionalmente, tienen la suficiente fuerza, para no caerse nunca, ya que, su vida diaria y, la casta brava de la que proceden y la raza de toro bravo que tienen en su sangre, lo impiden totalmente.

Toro de Campo Bravo. Foto afiche

De acuerdo con lo que establece la Ley sobre la tauromaquia en el país donde, 98 de los 210 cantones pueden organizar festejos taurinos a la usanza española, se determina que en el país existen plazas de toros, de primera, segunda y tercera categoría. Eso sí, la categoría la otorga el número de aposentadurías que tiene cada coso y, de acuerdo con ello, existen los pesos mínimos de los astados más, algunas situaciones propias de los lugares donde se realizan eventos públicos.

De acuerdo con el artículo IV.207, que se refiere a las plazas de toros permanentes, se dice que: “son todas aquellas edificaciones o recintos, construidos específicamente para la celebración de espectáculos taurinos, y serán de primera, segunda y tercera categoría”. El artículo IV. 208, sobre las plazas de primera categoría, dice: “son plazas de primera categoría, las que cuentan con un aforo, mayor a doce mil localidades, estarán dotadas con todos los servicios e instalaciones necesarias, que permitan la comodidad de los espectadores, la seguridad de los lidiadores y, la facilidad del manejo del ganado”.

Toro Peñas Blancas. Foto Internet

De acuerdo con el artículo IV. 209, que se refiere de las plazas de segunda categoría, dice: “las plazas de segunda categoría, tendrán una capacidad entre ocho y doce mil localidades, estarán dotadas con todos los servicios e instalaciones necesarios, que permitan la comodidad de los espectadores, la seguridad de los lidiadores y, la facilidad del manejo de ganado”. En el artículo IV. 210, que se refiere a plazas de tercera categoría, dice: “son plazas de tercera categoría, las de menos de ocho mil localidades y estarán dotadas con servicios e instalaciones indispensables, que permitan la comodidad de los espectadores, la seguridad de los lidiadores y, la facilidad del manejo de ganado”.

Eso quiere decir, que la única plaza de primera categoría en el país, es la Plaza Monumental Quito en la capital ecuatoriana, pero que, lamentablemente, luego de la malhadada consulta del 2011, se encuentra abandonada. La plaza de Ambato, es de segunda categoría y, la de Riobamba, es de tercera categoría. Varias plazas de toros de la última categoría, lamentablemente también, tuvieron que dejar de dar festejos taurinos a la usanza española. Tal es el caso de los cosos taurinos de: Ibarra, Cayambe, Cuenca, etc. Y, la única que dejó de operar, y que, era de segunda categoría, era la de Durán, cerca de Guayaquil. Además, en varios lugares del país, se utilizan plazas portátiles, como el caso de Valencia, Machachi, etc.

En lo que se refiere a los pesos de los astados para la realización de los festejos taurinos a la usanza española, tenemos que, en las plazas de primera categoría, el peso mínimo es de 460 kilos en vivo; en las plazas de segunda categoría, el peso mínimo es de 435 kilos en vivo; y, en las plazas de tercera categoría, el peso mínimo es de 410 kilos en vivo. Por lo tanto, cuando teníamos la feria quiteña, nada raro era mirar astados de hasta 530 kilos. Mientras que, en plazas de segunda, se han visto astados de hasta 500 kilos. Y, en las plazas de tercera, se han visto astados de hasta 470 kilos.

Toro lidiado en la feria de Ambato. Foto archivo

En otras palabras, lo importante en el ganado que se lidia en Ecuador, es que no pueden alcanzar los pesos exagerados que se miran en España y en Francia pero, en cambio, hay que mirar la raza y casta de ganado bravo que tienen, y que, solo por excepción –eventualmente- se caen en el ruedo. Sin embargo, para ello, es necesario también, conocer la procedencia de estos animales que, se han mantenido pese al tiempo en vigencia y con grandes triunfos, ya que, todavía no se conoce, cuándo se podrá traer sementales y vacas de vientre, para remozar la sangre brava que, al momento –aunque sea en parte-, sí corren en sus venas. Por lo tanto, cuando aparecen en la arena de los distintos cosos taurinos en el país, cualquier aficionado tiene que mirar y entender, lo que significa: su bravura, su nobleza, su fijeza, su repetición al engaño y, sobre todo, la forma en que pelea en varas con los picadores pues, el primer tercio es indispensable, para conocer su verdadera casta. Por lo tanto, hay que conocer algo sobre el toro de lidia, para poder exponer criterios que, de otra forma, son simples especulaciones, sin ningún fundamento.

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