El paseillo en tarde añorada

Ese sábado 5 de marzo de 1960, se abrieron las puertas del nuevo coso quiteño, para que, las cuadrillas realizaran, por primera vez, un paseíllo en La Plaza Monumental de Toros Quito. En aquella tarde, alternaban los matadores Luis Miguel Dominguín de España, como uno de los nombres destacados de la fiesta, Manolo Segura de España y, Pepe Cáceres, torero colombiano, que cortó la primera oreja en el coso de Iñaquito, a los toros de la divisa de Santa Mónica de Don Luis de Ascázubi. El siguiente día, actuaron los matadores Juan Silveti de México, Antonio Ordóñez “El maestro de Ronda” y Manolo Segura, ambos de España, lidiando reses mexicanas de La Punta y ecuatorianas de Chalupas.

Hermosa la fachada pero, vacía

En el mes de junio del mismo año 1960, figuraron en los carteles,  los espadas mexicanos Juan Silveti, Manuel Capetillo y Humberto Moro, junto con los españoles Juan Bienvenida, Manolo Vásquez y el venezolano César Girón. Para el mes de diciembre, también de ese año, se cumplieron tres tardes de toros, los días 3, 4 y 6, y actuaron las primerísimas figuras del mundo de ese entonces, como fueron los diestros españoles Paco Camino “el faraón de camas”, acompañado del “gitanillo”’ Rafael de Paula y el mexicano Xavier Gómez, lidiando a muerte astados de La Punta y de Lorenzo Tous. El cartel de la segunda tarde estuvo compuesto por Curro Romero de España, Diego Puerta, el rejoneador Bernardino Landete y, el primer torero ecuatoriano  debutante, Manolo Cadena Torres. Finalmente, el 6 de diciembre, hicieron el paseíllo Diego Puerta, Curro Romero, y Paco Camino, lidiando un encierro de astados de la ganadería de Arturo Gangotena.

Momentos previos a la corrida

Cincuenta y ocho años han transcurrido desde aquellos días que marcaron un hito y una tradición en las fiestas de la ciudad de Quito. Toreros de distintos puntos geográficos venidos del nuevo y viejo continente, junto con los más destacados matadores nacionales se han disputado tarde a tarde la estatuilla Jesús del Gran Poder, máximo trofeo de la fiesta brava ecuatoriana. Como grandes devotos y creyentes de la liturgia, los maestros de la tauromaquia mundial se han encomendado a esa figura del Cristo doliente. El Jesús del Gran Poder, réplica de Jesús cargando la cruz, que fue tomada bajo el permiso de los Padres Franciscanos del convento de la Iglesia de San Francisco en Quito.

Protestas anteriores a la consulta popular

Parte de esa historia que todos esperamos que vuelva pronto, representan los nombres de matadores de todo el mundo taurino, como son: Manolo Cadena Torres, Palomo Linares, Paco Camino, José Mari Manzanares, Francisco Rivera “Paquirri”, José Ortega Cano, César Rincón, Raúl Gracia ‘El Tato’, Julián López “El Juli”, Santiago Martín “El Viti”, Antonio Ordóñez, Sebastián Castella, Edgar Puente, Armando Conde, Edgar Peñaherrera, Guillermo Albán, Diego Rivas, Martin Campuzano, Roberto Domínguez. Enrique Ponce Martínez, José Cuvero “Yiyo”, Víctor Méndez, Pedro Martínez “Pedrés”, Joaquín Bernadó, Manuel Benítez “El Cordobés”, Juan Bienvenida, Manolo Vásquez, Juan Silveti, Manuel Capetillo, Humberto Moro, César Jirón, Rafael de Paula, Xavier Gómez, diego Puerta, Luis Miguel Dominguín, Manolo Segura, Pepe Cáceres, Bernardino Landete, Fernando Traversari, “El Pando”, Curro Romero, Fermín Murillo, Dámaso Gómez, Manolo Martínez, Pedro Moya “El Niño de la Capea”, Curro Vázquez, Jesús Serrano “Finito de Córdoba”, José Miguel Arroyo “Joselito”, entre otras figuras que se escapan a mi memoria y a documentos de la época.Basta historia taurina, como para escribir varios libros de tauromaquia y, el escenario para toda esta historia, ha sido en algo más de medio siglo, la Monumental Plaza de Toros Quito.

Lenín Moreno con Enrique Ponce en noviembre anterior