Cuando el presidente de la República de Ecuador Lenín Moreno, está tratando de darle un vuelco a las barbaridades que dejó haciendo el anterior presidente Rafael Correa, aparecen los animalistas de la Fundación Rescate Animal, para restarle credibilidad en lo que está haciendo, acusándole ahora, “de que el quedó en una silla de ruedas, debido –según estos seres raros- a una lesión cuando era un joven amante de la tauromaquia, ya que, siempre tuvo en su mente, ser un novillero o, por lo menos, un buen aficionado práctico”. Lo cual, definitivamente, es una mentira grosera, como lo señala -a través del Twitter-, el periodista Martín Pallares quien, fue enjuiciado por Correa, “por atentar contra su buen nombre”, a través de la justicia ordinaria, pero que, luego de mucho tiempo, le ganó el juicio, al “omnipotente dictadorzuelo”.
Resulta que el presidente Lenín Moreno, pese a la serie de actividades que tiene que cumplir por su posición política en el gobierno ecuatoriano, trata de estar cerca de su gran afición al mundo del toro bravo, como se lo ha visto –recientemente-, cerca de Enrique Ponce, triunfador de la primera corrida que se realizó en Latacunga, hace pocos días, al igual que la visita que realizó a la ganadería de Peñas Blancas, de propiedad de Juan Sebastián Roldán Proaño, hijo de Cristóbal Roldan Cobo, actual embajador de Ecuador en España. Es decir, pese a su alto cargo en el país, siempre está cerca de la pasión de toda su vida, la fiesta brava.
Definitivamente, los “Correistas”, están tratando de buscar todo lo que tienen a mano, para desprestigiar a Lenín Moreno, tratando siempre, de defender a su “amo y señor”, como fue Correa, por una década completa que, ventajosamente, ya terminó. Ahora, tenemos al vicepresidente sin funciones y, en la cárcel por delitos cometidos cuando fue el “segundo de abordo” de ese enemigo de la tauromaquia, como fue y lo demostró Correa, pese a que su madre y su hermano, toda la vida fueron aficionados taurinos de “hueso colorado” y, todos los aficionados taurinos del país, los conocían como parte de ellos, más que por la cercanía que tenían, con el mandatario de esa época. Lógicamente, se trata de dos personas inteligentes.
Ante esta agresión de los animalistas, quienes creemos que algo debe hacerse para que eso no continúe, a través de todos los medios posibles, estamos tratando de que todos apoyemos al actual presidente de la República, ya que, es “la única luz en el largo túnel del olvido” en que se encuentra la tauromaquia en los actuales momentos, sobre todo, en la ciudad de Quito, capital del país. Y, por esa razón, todos y cada uno de ellos a su manera, tratan de que la mayoría de los ciudadanos ecuatorianos inteligentes, continuemos buscando la salida legal, para que se revierta la actual situación de la tauromaquia en Ecuador.
Confiemos, que algo de bueno saldrá en momentos como estos y, con la ayuda de Dios, que siempre ha sido un taurino más, podamos conseguir que vuelva al país el respeto y la libertad que todos anhelamos para nuestro futuro inmediato. Si se logra conseguir algo positivo de todo lo que está ocurriendo, seguramente, en poco tiempo más, podremos esperar la apertura de la plaza de toros de Quito y, a mirar, los nueve días seguidos (28 de noviembre al 06 de diciembre), en la tan añorada feria taurina “Jesús del Gran Poder”. Que Dios reparta suerte.
