Mitad de julio y no se avizora para cuándo inicie el serial de novilleril en la plaza México. Existen rumores pero no dejan de ser precisamente eso: especulaciones.
Supongo que será complicado para la empresa armar el serial que constará de 12 festejos como mínimo.
No hay muchos toreros y menos chavales que sean conocidos por los aficionados, tendrán que darse a conocer por sus triunfos. Habrá algunos novilleros con posibilidades regados en el país, lo cierto es que actualmente no existe ni un solo nombre en el que se tengan cifradas esperanzas.
En 2016 la temporada arrancó el 11 de septiembre, muy a destiempo, el motivo fue una nueva empresa que se hizo cargo del coso más grande del mundo. Hubo cambio de estafeta, llegó esa empresa y la delegación le dio facilidades, por ejemplo, permitirle que el canje del derecho de apartado para la temporada grande se abriera, aun cuando no se habían realizado la docena de festejos menores.
Carmelo Pérez: pero en la segunda se llena la plaza
La empresa cumplió con el número de festejos ordenado por el reglamento, no importó que algunos se campechanearan con corridas de la temporada grande.
Con la experiencia vivida el año pasado tendrán que superarse para 2017. En la actualidad el escalafón de novilleros consta más o menos de 90 chavales, aunque de ellos 60 han toreado una sola tarde. El que más ha actuado lleva 10 festejos.
Podría interesar Leo Valadez, el aguascalentense que hace campaña en España. José María Pastor está anunciado para actuar en Las Ventas el sábado29 del presente mes, si se le dan bien las cosas podría ser una buena carta para el coso más grande del mundo. Está el venezolano Jesús Enrique Colombo triunfador de Madrid y Pamplona, que actuó el año pasado en La México y este año en Cinco Villas.
La caballada está flaca. Escuelas taurinas con pocos resultados reales. Las empresas que organizan las diferentes ferias del país ni de chiste organizan novilladas, no quieren invertir en los nuevos valores.
Nadie tiene interés en hacer festejos menores, en sacar a los futuros matadores mexicanos. En el interior del país se realizan pocas novilladas y algunas son parodias que aportan muy poco para los jóvenes.
Carmelo, hermano de Silverio Pérez
La asociación de ganaderos ha organizado tres certámenes con novilladas en diferentes plazas del país, con buena voluntad pero con poca difusión, poco interés de la prensa y del público. La primera final del certamen se realizó en la plaza México con más indiferencia que otra cosa.
A los triunfadores poco seguimiento les dieron, cada quién le hizo como pudo, poco les contribuyó ganar un certamen supuestamente importante. Ahora que los ganaderos tienen otra directiva, no se sabe si está en sus planes continuar con aquello de “descubriendo un torero”.
Ojalá lo continuaran dándole más importancia, con novillos bien presentados y difundiéndolo entre todos los aficionados, para que éstos se vallan aprendiendo los nombres de los nuevos novilleros.
Otra cosa que les gustaría a la afición y a los toreros es que la empresa de la plaza México no arme los 12 carteles desde el inicio, para provocar que los triunfadores repitan; los chavales tienen la obligación de salir por todo, pero el mejor estímulo para ellos es que tengan la certeza de repetir si triunfan.
Ahora que está vacío el trono de los novilleros, es el mejor momento para salga un chaval con espolones a ocuparlo. En ellos está la solución.
En la temporada de 1929 realizada en El Toreo de la colonia Condesa, debutó Carmelo Pérez (1909-1931), al que anunciaron como el torero que asusta. En una entrevista se atrevió a decir: a la primera corrida que me anuncien podrá no ir la gente, pero en la segunda se llena la plaza. Así sucedió.
Toreros, el trono está desocupado, salgan con la mentalidad del hermano de Silverio, aunque en la primera no los conozcan, pero en la segunda se llena la plaza.
Fotos: Carmelo: un instante de pasión; Humberto Montes Ramírez, Bibliófilos Taurinos de México. A.C. (1992).