S.I.17.- Una tarde de ilusiones se vivió hoy en Las Ventas. Diferente por muchas cosas. Quizá la peor entrada de la feria, media entrada o poco más, eso ya era diferente para empezar.

Después teníamos una novillada de un encaste diferente del predominante, Santa Coloma, que por cierto no satisfizo las esperanzas que había depositadas en ella. También tres novilleros de menos renombre que los de las novilladas anteriores, pero seguramente con más calidad en sus cualidades.

Las ilusiones que despertaban los novillos y las cualidades de los novilleros terminaron por no convertirse en una realidad feliz. Aún así pudimos vivir momentos de interés por parte de los novilleros. De hecho se ha concedido una oreja al valor y al miedo. Digo bien, ambas cosas mezcladas.

Esta voltereta, y la posterior caida, marcó el resultado de la tarde

Una voltereta de impresión sufrió Juan Miguel en el cuarto, cuando pretendía no dejar pasar la tarde en blanco. La caída fue horrorosa y las consecuencias visibles de inmediato, se tambaleaba el novillero y el miedo se apoderó de los espectadores. Pero se rehizo a medias y se fue al toro con más valor que antes, lo que impacta en los espectadores. Tras de una media estocada muchos pañuelos en los tendidos y un presidente generoso. Una oreja al valor, al miedo y por agradecimiento a quien no dio un paso atrás. Una oreja que era un gol, una victoria aunque fuera de un rechace.

Si una oreja, se dice, es un gol, ese grito también llegó a los tendidos cuando el Real Madrid se adelantaba en la final de la Champions. Nunca la oreja y el gol se habían dado la mano en tan breve tiempo.

Alejandro Marcos y Ángel Sánchez mostraron sus cualidades, su concepto torero, pero no pudieron llegar a premios porque los pupilos de Carlos Cancela, más el sobrero, no fueron los que ellos esperaban.

Deseamos que Juan Miguel no sufra otras consecuencias tras del estudio radiológico que le tienen que practicar. 

Foto: Plaza 1