La última corrida de la temporada de LA LIBERTAD signada por la desgracia y la muerte que dejó la bomba colocada en la calle 27 con carrera 5ª a unos pasos de LA PLAZA DE TOROS DE SANTAMARIA señala como presuntos responsables a los grupos fundamentalistas anti taurinos.

No es descartable y debería ser procedente, emplazar por parte de las autoridades competentes (Procuraduría, Contraloría y Fiscalía),  desde el Alcalde Mayor de Bogotá, Enrique Peñalosa, abierta y publicamente declarado anti taurino, hasta los activistas de los grupos radicales y fundamentalistas de movimientos animalistas, comenzando por Gustavo Petro, Holman Morris y Natalia Parra Osorio para que rindan un informe pormenorizado, aclaren los hechos y manifiesten su inocencia sobre sus actividades dominicales en los días que hubo festejos taurinos en el coso capitalino.

Igualmente que se ordene por parte de los entes de control, rendir un informe económico de tributación al Distrito por los beneficios que le generaron a la ciudad durante esos mismos días de corridas de toros. Así lo hizo la empresa que rige los destinos del coso bogotano, cancelando más de dos mil millones de pesos.

Sebastián brinda a oficiales de la policía el día del atentado

El silencio, dicen, es más elocuente que la palabra y es así como con el silencio de todos los activistas e impulsadores de los movimientos anti taurinos y animalistas, están aceptando sus fechorías y dejando al descubierto que su único propósito es el de generar un ambiente de confusión, perplejidad y desconcierto ante la opinión pública.

Ciertamente, si estos grupos habían ganado algún espacio frente a la comunidad que está en contra de las corridas de toros, también es cierto que su descredito ha crecido abismalmente con los sucesos del pasado domingo 19 de febrero cuando un policía resultó muerto y otros 25 gravemente heridos por acción de la violencia y el terrorismo; aún así no pudieron evitar la realización del festejo programado.

Mientras en la calle atentaban contra la fuerza pública, en la plaza el torero Sebastián Vargas rendía homenaje brindando su actuación a la abnegación, dedicación y sacrificio del cuerpo policial.

La comunidad, las autoridades y la opinión pública con estos actos delictivos determinarán quienes son los pacifistas y quienes están inclinados por una lucha que la convirtieron en terrorismo, violencia y anarquía.