Ya con ésta me despido.
El pasado sábado 19 de noviembre, la plaza de toros El Relicario cumplió 28 años. Todo hace suponer que fue el último 19 de noviembre que la plaza estuvo en pie.
Sus días están contados. El Relicario la tiene sentenciada desde la administración de Mario Marín, el famoso góber precioso; sin embargo el inmueble se salvó. El presente sexenio ha sido de incertidumbres el llamado góber bala nunca tuvo la decencia de avisar a los ciudadanos los planes para el coso taurino, por su culpa muy poca actividad tuvo el embudo de Los Fuertes.
Hasta hace unos días se enteraron los ciudadanos que el coso y el terreno se pusieron a la venta; por supuesto, no se informará el uso que se le dará a los millones de pesos que genere la venta. El sentir de los poblanos es que ese dinero, como todo lo demás que está vendiendo el gobernador Moreno Valle, irá a parar a la cartera del voraz funcionario.
Hasta siempre Relicario
El Relicario representó una época de la Angelópolis, fueron 28 años, toda una generación de poblanos, desde 1988 hasta 2016. Se estrenó cuando Puebla tenía 14 años sin una plaza fija. Quienes eran niños en la inauguración el coso, hoy llevan a sus hijos a la plaza. Muchos de los actuales aficionados nutrieron su gusto por la fiesta de los toros en El Relicario.
El coso le dio ambiente taurino a Puebla, quien redacta estás líneas llegó a los medios de comunicación gracias a la existencia de El Relicario.
Para la feria de mayo de aquel 1988 no había plaza ni intenciones de ofrecer corridas. Antonio Moreno, presidente de la Asociación Taurina de Puebla fue quien contactó a José Ángel Lima para que organizara el serial taurino de aquel año.
El empresario tlaxcalteca contrató una plaza portátil, se dieron cuatro corridas y una novillada. Los festejos taurinos resultaron un éxito, López Lima se animó a dar una novillada extra, sólo con una semana de anticipación se anunció, los aficionados llenaron nuevamente la plaza. Ahí surgió la idea de poner una plaza fija.
Si bien es cierto que la plaza es de estructura metálica, es decir, portátil, está forrada y decorada con buen gusto. Un amplio pasillo al rededor del coso con piso de cemento, jardines, restaurantes, las puertas de acceso al tendido son de herrería vistosa, rematadas con sendos vitrales, entre otros arreglos.
La primera piedra se colocó el viernes 18 de agosto de aquel 1988, 93 días después se inauguraba El Relicario.
A las cuatro de la tarde del 19 de noviembre de 1988, salieron por el patio de cuadrillas autos descubiertos con manolas sentadas en los cofres arrojando claveles al tendido. En la puerta de cuadrillas se colocó el listón para que fuera cortado simbólicamente, al matador Luis Castro El Soldado correspondió el honor.
El Rey David le cortó la oreja a cada uno de sus dos enemigos, Jorge Gutiérrez le echó voluntad a los dos de su lote y al de regalo, El Soro estuvo sensacional con las banderillas. Presidió el festejo Gonzalo Macías Galaviz, llevando a Armando El Güero Zeleny de asesor, ambos ya fallecidos. Fernando García Rascón, vigente en ese cargo, fungió como juez de callejón.
Hace unas semanas se efectuó una corrida en un centro de espectáculos, ha pasado la época de las plazas de toros. Acrópolis, que así se llama, es el nuevo escenario taurino para la ciudad de Puebla, pocos festejos se realizarán ahí, seguramente tres corridas de feria en el mes de mayo y dos o tres en el resto del año.
Exceptuando a César Rincón y Manuel Caballero, todos los toreros importantes de la época actuaron en Puebla. El Relicario no sólo fue un escenario taurino, se presentaron cantantes, lucha libre, actos religiosos, mítines políticos. Aún se realizó la feria taurina de 2016, el 5 jueves de mayo se realizó la última corrida. Irremediable que el coso sea derrumbado.
Hasta siempre Relicario.
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