Este señor mexicano, al que no tengo el gusto de conocer, pero sí de reconocer, merece hoy que, mi humilde pluma se recree en su persona y, ante todo, en su cometido hermoso en aras de esta fiesta maravillosa por la que, como él, tanta gente vive apasionada. Quizás que, Alejandro Téllez, como aficionado, sea el paradigma de lo que muchos soñamos y pocos alcanzamos. En honor a la verdad, es realmente reconfortante que, sin lugar a dudas, con este señor, nos encontramos con nuestro seguidor más emblemático, con nuestro guardián, con nuestro consejero y, sus valores, como quiero expresar, jamás caerán en saco rato por nuestra parte.
Somos, como el señor Téllez sabe, la única Web en el mundo que permite a todos los lectores, manifestar su opinión en torno a lo que ha leído, de ahí que, tantos, como él, se puedan pronunciar al respecto de nuestra labor que, como Alejandro, se manifiestan de forma abierta y sincera. Téllez es, como se sabe, más que un lector, un amigo de la casa que, con sus acertadas opiniones nos ayuda en nuestro cometido; porque, jamás debemos olvidar que, de todo el mundo podremos aprender y, este es nuestro lema: una lección en cada día.
Si les puedo asegurar que, nadie, absolutamente nadie de los que escribimos en esta Web taurina, queremos falsos halagos ni lisonjas gratuitas; nos congratula, como explico, recibir sus comentarios como grandes lecciones puesto que, como digo, de todos y de cada cual, se puede aprender cada día un poquito más. Bien es verdad que, por favor, nadie debe de confundirse y, a su vez, mirarse un poco en el espejo del señor Téllez que, con denodada pasión, es capaz de leer todas nuestras tribunas y, a su vez, sacar sus conclusiones que, cada día, es capaz de manifestar, de ahí, nuestra gratitud.
Personalmente, y con toda seguridad es el sentir de todo el equipo, me fascina el sentido hermoso que Alejandro Téllez siente por la fiesta de los toros; la defiende por encima de cualquier causa y, lo que es mejor, comulga con nuestras ideas que, en definitiva, no son otras que, una fiesta mejor en la cual sólo tenga cabida el arte y la verdad de la misma. Como se comprueba, México, gracias a todos nuestros corresponsales, pero especialmente nuestro entrañable Pepe Mata, se ha convertido en ese reducto hermoso en donde aficionados tan cabales como el referido, son capaces de seguirnos con esa pasión admirable, por la cual, jamás les defraudaremos.
En honor a la verdad, son sugerentes todos los comentarios que nos hacen a diario y, los mismos, nos llenan de ilusiones puesto que, de esta manera, se evidencia que hay vida y comunicación entre nosotros y ustedes, los lectores, que son, en definitiva, los grandes receptores de nuestra manifestación escrita, siempre, en aras de una fiesta mejor, más noble, más justa y, en definitiva, más grande. Como decía en el enunciado de esta crónica, gracias amigo Alejandro Téllez López; gracias que, lógicamente, hacemos extensivas a todos nuestros lectores por el mundo que, unos manifestándose y, otros, en silencio, han logrado que nuestras ilusiones siguen siendo intactas y, lo que es mejor, cada vez mayores.