Aunque haya pasado ya algún tiempo desde que la Comunidad de Madrid abriera el concurso de Las Ventas e incluso desde que se nombraran los nuevos gestores, me van a permitir que les cuente algunas de las lindezas que acompañan este tipo de concursos. Además, y según vamos leyendo opiniones, el tema empresarial empieza a crear verdaderas ampollas en el aficionado y se conforma como tema de total actualidad. Uno de los atractivos que tiene el proceso de concurso a la madrileña plaza de Las Ventas es que en él se puede ir viendo el estado de salud en que se encuentra el empresariado taurino y no sólo el español sino también el internacional. En el momento en que se abre la convocatoria, antes incluso de la apertura de plicas, los taurinos empiezan a explicar a diestro y siniestro sus planes, estrategias y objetivos en un alarde de claridad poco común en ellos. No sé por qué el taurino gusta de trabajar en silencio, de manera sigilosa, evitando que una mano conozca los apretones con los que la otra cierra contratos, siempre dando la impresión de que hay demasiadas cosas que tapar. Pero cuando sale un concurso de estas características todos quieren hablar, quieren presentar su empresa al exterior, están dispuestos a “mostrar” en pos de su propia publicidad. Ese ímpetu de transparencia desaparece en el momento en que se hace pública la decisión sobre el ganador del concurso. Entonces lo diáfano desaparece y empieza el juego sucio: declaraciones, recursos, sospechas, insultos, que ya de por sí aclaran mucho sobre los talantes. Ustedes me dirán que todo esto no sólo pasa en Madrid sino en todas aquellas plazas que salen a concurso. Es verdad. Pero en la de la capital internacional del toreo las empresas sacan todas sus naves, arriesgan al máximo y desarrollan a fondo la iniciativa y la capacidad de emprender. Además, la calidad y el tamaño de las empresas que se presentan en Madrid son factores excelentes para saben por dónde van los tiros.
Sobre una de las empresas que se ha presentado al concurso se ha hablado mucho y bien y yo, como sociólogo que soy, preparé un artículo sobre ella. Pero hubo otros que llegaron antes, como mi compañero de tribuna Eric Marteau y me vi obligado a enfocar el asunto de otra manera. Me ha alegrado mucho que una empresa taurina prepare un concurso previa realización de un estudio sociológico del público al que van a dirigirse. No se trata sólo de un plan de marketing y una necesidad de conocimiento de un público objetivo. Se trata de la aplicación de los métodos de trabajo modernos a la empresa taurina, esa entidad que, por costumbre, sólo piensa en ganar dinero de la forma más barata posible, a veces la más rastrera. El estudio del que les hablo podía haber sido encargado por cualquier grupo de los que concursó, pero ¿cuántos empresarios taurinos están dispuestos a gastar un dinero que no saben si revertirá? La empresa de la que hablamos ha perdido el dinero que le costó ese estudio (les advierto que suelen ser estudios caros) desde el momento en que no se ha visto ganadora del concurso. Pero contaban con ese riesgo y aún así prefirieron trabajar sobre datos seguros y conocimiento científico. Lo mejor de todo ha sido lo bien que ha caído la medida en el público, que observa, por fin, cómo algunos empresarios taurinos pueden trabajar de manera moderna y adaptada.
Por lo demás, uno escuchaba los argumentos de las distintas empresas antes de celebrarse el concurso de Madrid y salvo excepciones, daba pena oír las propuestas que hacían, las razones que se esgrimían para demostrar la idoneidad de una candidatura. En general la empresa taurina está anticuada, abotargada en sistemas de gestión que ya no se usan y lo que es peor, convencida de que la modernidad empresarial no va con ellos.
Llega luego el día definitivo, el día del fallo de la Comunidad y se alza vencedora la casa Martínez Uranga, Jose Antonio Choperita, ya sin su hermano Javier. A uno le alegra por aquello de la cercanía, pero enseguida se pregunta cómo se adapta la empresa de Jose Antonio y de Manuel (hijo) a los tiempos modernos, qué estrategia empresarial utilizarán y con qué tipo de medios y recursos van a trabajar. Los datos al respecto que aparecen en la prensa hablan de la creación de un departamento de prensa, dirigido por tauropress; una marca corporativa para la promoción de la plaza en distintos mercados culturales e incluso de la habilitación de un espacio para zonas comerciales. Nombrarán gerentes, publicistas, jefes de prensa, gestores de promoción...Contratarán además con el asesoramiento de una empresa especializada en marketing que controlará toda la gestión de ventas y comunicación. Y con todo esto sacamos en limpio que la nueva empresa gestora concede gran importancia a las políticas de comunicación externa. Bueno es ¿Fluirá el proceso de comunicación en todas las direcciones? Es decir: ¿Se generará un canal para mantener un contacto y una comunicación con el aficionado? Si las cosas se hacen creyendo en las bondades de las políticas comunicativas, como sucede en todos los mercados, entonces no cabe duda de que será así. De no serlo, la casa Choperita tendrá importantes problemas con los destinatarios de sus productos y todo el entramado de planes de comunicación al exterior caerá en saco roto. Por ahora parece que la empresa que rige la capital del toreo se adapta a los tiempos, el futuro dirá lo demás.
El empresariado taurino debe empezar a replantearse su labor en la fiesta y a establecer nuevos modelos de trabajo, siempre pensando en el público. Observo hoy en día, sin ningún asombro, que los públicos están cansados de las políticas de los empresarios, hasta el punto de llegar a demonizarlos (den ustedes una vuelta por los distintos artículos de opinión independiente, no sólo en esta página sino en otras muchas, y lo verán) por verles culpables de todas las tropelías, atropellos, estafas y denigraciones a las que se ven sometidos. Y es que el empresario convencional desconoce una regla de oro del marketing: el cliente es rey. Por eso, quizás, deban empezar a aplicar nuevas estrategias y nuevos modelos de gestión en su trabajo y atender a que Gestión del conocimiento, Recursos humanos, Nuevas tecnologías, Marketing no son mariconadas en las que gastar el dinero, sino formas de llegar a la optimización. Y la optimización no es sino ofrecer al público los mejores productos. ¿Empezamos por el toro?