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PREFIERO SER POSITIVO, PERO… |
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Tras la larga feria de San Isidro, además de los sentimientos, de las emociones vividas, del cansancio padecido, de los mansos vistos, de los toreros que han triunfado y los que no, de los días de lleno y también de los días en los que no se llenaron la mitad de las localidades, aparecen las estadísticas.
Y esas estadísticas, marcan y hablan de datos que pueden tener, que tienen, más de una lectura.
En los últimos doce años, los de esta empresa, en ninguno se habían conseguido ocho puertas grandes (4 de rejoneadores y 4 de matadores). En 2007 y 2015 se produjeron 6, esas eran las cifras más altas. Un dato positivo, pero… puede tener la lectura de que la plaza, y sus presidentes, se han vuelto más facilones. En cuanto a matadores se ha igualado la marca de 2014, que también fueron cuatro.
Las orejas cortadas han sido 30, superando todas las marcas anteriores de esa docena de años. Pero… vamos a mejor o no se aprecia que los toreros estén por encima de años atrás?
En cuanto a faenas de dos orejas se han producido siete, aunque no sabemos si las faenas se las hacen a los sufridos aficionados, regalando las segundas con demasiada facilidad. Tengamos en cuenta que en ferias anteriores solo se había llegado a tres faenas con ese premio, incluyendo los rejoneadores. ¿Un salto cualitativo muy importante o solo es un salto cuantitativo?
En cuanto al encaste dominante, Domecq, éste ha estado presente en el 50%, el porcentaje más alto igualado en los tres últimos años. Si se hiciera el cálculo restando las de rejones, se superaba con claridad ese 50%. No parece muy positivo que un solo encaste abarque más de la mitad de la que debería ser la feria más amplia, y con más cabida de encastes, del mundo.
En cuanto a los toros devueltos, 11, es la media de estos doce años contemplados. No hay mejora, pero tampoco se empeora, en cuanto a la estadística, pero… todos sabemos que muchos se han quedado en el ruedo con el beneplácito de la presidencia a pesar de su manifiesta flojedad.
En banderillas negras, a pesar de tantos mansos lidiados, hemos necesitado los doce años para ver una vez el pañuelo rojo que marca las banderillas negras.
 A la plaza se llega siempre en plan positivo, pero.... En cuanto a llenos, la plaza ha registrado 8 de las 31 tardes, que iguala marca con el pasado año, pero… lejos de los 17 y 14 de los años 2008 y 2009. Esta ya no es la plaza que se llena todos los días, al menos de forma aparente. Superando el 90% de aforo se han conseguido 8 tardes, algo menos que las 10 de media de los últimos años.
Datos, datos, datos… fríos datos, pero… que no dejan de poner en claro que no es oro todo lo que reluce. La Fiesta necesita algo más, algo que pudiera ser esto: mínimo 93 toros aplaudidos en el arrastre, 50% de los lidiados incluidos los de rejones, en lugar de los 44 que dicen las estadísticas, no alcanzando ni el 25%.
Me gustaría ser positivo, pero… los datos no me invitan plenamente a serlo. Sentirse sumamente satisfechos con ellos no es el mejor camino hacia lo que necesita imperiosamente la Fiesta.
Fuente: Taurodelta
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