Arrancó la temporada taurina en Bogotá con una novillada en la que lo más destacable lo hicieron dos subalternos, a pesar de que Héctor José cortara una oreja.
La actuación de Hernando Franco y de Ricardo Santana ha sido lo más destacado de la novillada que vivimos en la Santamaría. Y si la actuación de los subalternos fue lo más destacado de la tarde ya se pueden imaginar como han estado los novilleros. Fernando, que goza del cariño del público por la forma en que coloca las banderillas y como salta la barrera, aunque esto sea sólo un adorno, provocó el momento de mayor emoción de la tarde al clavar con gracia pero con impresionante precisión dos pares de banderillas, reunidos y con exposición. Ricardo Santana también clavo un par espectacular y otro en el que él hizo todo ante un toro parado y luego nos deleitó cuando corrió el toro a una mano de manera impecable.
Con media plaza llena de público se lidiaron toros de San Martín, propiedad de Francisco Páez, muy desiguales de presentación, una auténtica escalera se vió en el ruedo y con un comportamiento también desigual. Hubo un manso de solemnidad, condenado a banderillas negras, hubo un toro bueno con calidad, uno noble pero sin fuerza, otro con sentido y genio, otro que se dejó pero no entendieron, uno que se partió un pitón, otro que se lesionó una pata. De todo se vió en el encierro de San Martín. Para destacar, la embestida inicial del quinto de la tarde, el cárdeno, que se empleó bien en el capote y en la primera parte de la muleta porque luego se rajó.
Los novilleros no han estado bien en la Santamaría y bien que lo lamentamos porque estos muchachos tienen calidad. Moreno Muñoz viene en picada desde hace rato, quizás lo están aconsejando mal, porque de aquel novillero que despuntó hace dos o tres años no queda mucho. Está toreando muy despegado del toro y se está fijando más en la postura al brindar el toro que en torear. Lástima porque tiene calidad y por momentos lo evidenció, sobre todo con el capote. Mostró valor en el mansísimo primero, pero en el cuarto de la tarde se vió sin norte, sin saber como echarle mano al toro, a pesar de algún derechazo aislado, por lo que el toro terminó dando tornillazos y complicado. En ambos toros mató de bajonazos descarados. Sería bueno que alguien tomara en serio la carrera de este muchacho porque lo están dañando y se puede perder un gran torero. Algunas palmas escuchó en su primero y división de opiniones en el cuarto de la tarde
Héctor José mostró que el viaje a España le sirvió, está más asentado, se gusta en la cara del toro, lo ve más claro a la hora del encuentro con el toro, pero desperdició otra oportunidad para reventar la Santamaría, algo que ya le había pasado el año anterior. Le correspondió el mejor lote de la tarde pero se perdió en pausas y espacios en vez de apurar más a sus toros. En el segundo de la tarde, un noble sin fuerzas, se mostró muy a gusto a la verónica y en las chicuelinas con las que lo llevó al caballo. En la muleta lo llevó bien, a media altura y con gusto y sobre todo con temple pero sin pisar el acelerador, aunque el toro no tenía mucho fondo. Mató mal y escuchó un aviso. En el quinto de la tarde se volvió a mostrar con empaque y asentado pero este toro era para cortar dos orejas y lo vió solo mediada la faena. Debió aprovechar más el ambiente caliente que había dejado el banderillero Franco y salir a por todas pero salió con pausas y muy frio. Sin embargo instrumentó buenos muletazos y sobre todo, entró a matar muy bien dejando una gran estocada que al final justificó la oreja, pero queda la sensación que desaprovechó la oportunidad de triunfar a lo grande. Escuchó palmas tras aviso en su primero y cortó la oreja que referíamos en su segundo.
Efraín Vargas "El Poeta" quedó inédito. Su primer toro se lesionó la pata delantera cuando iba a iniciar la faena de muleta teniendo que despacharlo inmediatamente y en el sexto, un manso peligroso, que desarrolló sentido y que le echó mano, no pudo dar ningún muletazo ante la peligrosidad de su oponente. Evidenció que no tiene hecha la suerte de matar porque mató mal en ambos toros, dejándose la mano muy atrás al momento del embroque. Alguna verónica dejó en el recuerdo.Obtuvo silencio en su primero y escuchó un aviso en su segundo.
Lástima no poder echarle flores a nuestros novilleros pero es que no han estado bien aunque la novillada fue complicada.