Nuevamente los señores ecologistas quieren meterse en nuestra fiesta o, mejor dicho, en lo poco que nos queda de fiesta. Insisten en prohibir la entrada a las Plazas de Toros a los menores de catorce años de edad argumentando que este espectáculo es nocivo para la salud mental. Lo anterior es una propuesta del Partido Verde Ecologista de México.

Ya es tradicional que todos los años en el festejo de aniversario de la Plaza México, el 5 de febrero, los ecologistas y antitaurinos se manifiesten en la puerta principal del recinto con carteles, pancartas, gritos, etc., y seguramente este año no será la excepción pero yo me pregunto, por qué no protestan por las demás especies que están en peligro de extinción o por la deforestación o que se preocupen por la capa de ozono.

En este momento México requiere políticos que se dediquen a solucionar otro tipo de problemas que enfrenta el país, más no de personas que se preocupen por destruir la fiesta de toros. Deberían preocuparse por hacer una política limpia, sin corrupción, por favor no se metan con nosotros.

¿Acaso tampoco esta gente se ha dado cuenta de la edad en que empiezan los futuros matadores? La mayoría de los toreros dan sus primeros pasos en este fascinante mundo del toro por ahí de los diez años de edad si no es que menos, ahora estos señores pretenden que a los catorce años no estén enterados de que existen las corridas de toros.

Creo que la mayoría que somos en verdad aficionados a los toros, aprendimos que existía esta hermosa fiesta desde niños, quizá algunos ni nos acordemos o no supimos cómo ni a qué hora nos entró el amor por la tauromaquia.

Estamos en un país libre en el que cada quien tiene la oportunidad de educar a sus hijos a placer. Las tradiciones de cada hogar, no sólo mexicano, sino en todo el mundo deben ser respetadas. Sólo pido que nos respeten a los que practicamos la religión taurina.