Finalizó la feria de Manizales con un balance muy positivo. Se llenó la plaza cuatro días, el público se lo pasó en grande, los toreros también y todos, o casi todos, muy felices.
Que es lo que tiene Manizales ? es un duende especial ? es el clima ? la lluvia ? la gente ?. No se sabe, pero se respira otro ambiente. Hay quienes dicen que para ver toros hay que ir a Manizales y llevan razón.
El resultado final es muy satisfactorio aunque la composición de los carteles no tuviera la categoría para la celebración del cincuenta aniversario de la feria, pero al final esto no ha importado. La gente no se fijó en eso y se fue feliz de la feria esperando la del año que viene. Se cortaron treinta dos orejas y no se puede hablar de regalos y despropósitos del palco presidencial. Quizás es discutible la segunda oreja de la primera faena de Manuel Caballero que desencadenó el triunfo del día de las nueve orejas pero no queda la sensación de injusticia.
Los matadores de toros han pasado con bien de la feria
Cesar Rincón: Gran triunfador y gran maestro. Está en un momento espléndido, disfruta ante la cara del toro, hace disfrutar, un compelido de tauromaquia, pero para resaltar su garra y amor propio del día de los “Gutiérrez Arango” porque siendo toda una figura salió en novillero a cortar las dos orejas y no quedarse atrás cuando ya sus dos compañeros tenían la puerta grande asegurada.
Uceda Leal: Un gran torero que debe pasar a la primera línea del escalafón, mata impecablemente y tiene una profundidad privilegiada en su muleta.
El Cid: Que gran torero se vio en Manizales. Hay que cuidarlo por que hay pocos como él. Antepone la pureza en la interpretación de las suertes a la eficacia.
Paco Perlaza: Despertó de su siesta en Cali, se le vio renovado y con más ganas. Debe seguir así.
Manuel Caballero: Disfrutando de sus últimas horas como matador de toros en activo. Su temple lo distingue.
Manzanares. Es un lujo, es la guinda del postre, por su majestuosidad y elegancia. Un privilegio verlo en tiempos de tanta vulgaridad.
Perla Ruiz: La torería de un diestro que actúa poco
Sebastián Vargas: Sigue evidenciando que hay colocarlo en todas las ferias colombianas
Miguel Abellán: Se le vio afectado de su percance de Cali, aunque cumplió.
Luis Bolívar: No se vio tan bien como en Cali pero dio la cara con toros complicados.
Sebastián Castella: Siempre queriendo agradar pero en menor tono que en Cali.
César Camacho: Estuvo en profesional ante los mansos de Achury
Diego Ventura y Andy Cartagena emocionaron al público con sus ejecutorias a caballo
Andrés de los Ríos demostró que se debe contar con él, a la hora de listar a los novilleros prometedores de nuestro país.
El capítulo que si preocupa es el de las ganaderías, porque el resultado de la feria puede tapar el comportamiento del ganado, que tuvo un promedio más bien bajo.
Las Ventas del Espíritu Santo: Un gran toro, “Abogado”, y un encierro interesante.
Santa Bárbara: Una novillada muy buena, que consolida a este hierro como la ganadería revelación del país
Ernesto Gutiérrez Arango: La gente se puede quedar con las nueve orejas pero los toros eran mansitos, dulcecitos y suvecitos y hace falta un poco de picante para hacer más emocionante la fiesta, además que bueno sería que parecieran toros.
De resto muy poco, los de La Carolina mansos y algunas veces con peligro, los de Achury siguen saliendo bajos de casta y ya van muchos años en esa tónica, lo de Juan Bernardo Caicedo nadie se lo esperaba, un frenazo en seco a la carrera triunfal de los últimos años y lo de Dosguttierrez también bajo de casta.
Punto final para una feria triunfal que esperamos mantenga su personalidad porque allí radica gran parte de su éxito.