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| TODAVÍA NOS FALTA TLAXCALA |
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Tlaxcala es de los estados más taurinos de la República Mexicana, suelen disputarse el título del número uno con Aguascalientes. Curiosamente tienen en común que, en sus ferias, casi no echan el toro auténtico.
Nadie pretende un toro como el de Bilbao, Pamplona o Madrid, tampoco se habla de búfalos, ni elefantes con cuernos. Sencillamente se pide el toro mexicano, eso sí, con cuatro años de edad cumplidos y la cornamenta íntegra, tal como lo indican los reglamentos y la ética taurina.
En Aguascalientes, en su famosa feria de San Marcos de abril, es imposible que salga el toro al ruedo porque contratan muchas figuras, sobre todo extranjeras y cualquiera, que le entienda un poquito a este asunto de la tauromaquia, sabe que los figurines sólo vienen a nuestro país a jugar con el novillo, igual que algunos de acá, que tampoco es cosa de colgarles todos los milagros a aquéllos.
 La feria de Tlaxcala no cambiará mucho con relación a las anteriores
Hace unos días terminó la feria de Huamantla, la ciudad más taurina del territorio tlaxcalteca, población famosa en diversas partes del mundo por sus alfombras en las calles para la procesión de su patrona la madrugada del 15 o la noche del 14, la tradicional noche que nadie duerme. Ese día se efectúa La corrida las luces, que podría ser el festejo taurino más importante de México, con aderezos como misticismo, religión, tradición, respeto, devoción. Sin embargo, los empresarios organizadores y el gobierno municipal, no han querido hacer un festejo serio, digno, que no provoque vergüenza, no han querido llenarse de gloria, han impedido que se hable satisfactoriamente de Huamantla en el mundo taurino. Porque sí se comenta de esa corrida, pero se dicen unas cosas…
 Huamantla ya tuvo su mal rato taurino en 2015, pero no son los únicos
Otra corrida importante es la del 5 de febrero, la del aniversario de la plaza México se llena de glamur, de mucho ruido y pocas nueces. En realidad se trata de un festejo vergonzoso en el que predominan los novillos gorditos y poca cuerna más los excesos de orejas por parte del juez de plaza. Plañideras de la empresa entran en acción. Se desviven en apologías, se repite hasta el cansancio el auge y lo viva que está la fiesta de los toros, de los famosos que llenan las barreras de sombra, pero ninguno de ellos cuestiona el torito que se lidia, nadie habla de las albondiguitas cornicortas que salen por toriles. El día nacional del villamelón, le puso el escritor Horacio Reiba.
El 25 de abril, el mero día San Marcos, sucede lo mismo que en el coso capitalino, novillos para los consentidos de la empresa, sobran los periodistas paleros de allá y otros que caen, sueltan toda su demagogia. Total, el mero día de la feria más importante de México, la de Aguascalientes, no se puede echar el toro.
En agosto todas las figuras extranjeras están toreando en España y en Huamantla tampoco sale el toro, entonces no son las figuras. ¿Quién, quienes son los culpables?
 En Agüitas también hace aire, les encanta chirris
Para la feria de noviembre del presente año, se rumora que cambiara la empresa, cuestión que tiene poca relevancia porque quien venga le dará un palo a la afición. ¡Faltaba más! ningún empresario quiere desaprovechar Tlaxcala: el paraíso de la impunidad taurina. Ni modo que este año la presidencia municipal o los jueces se pongan estrictos. ¿Por qué habrían de hacerlo? Es justo mencionar que los abusos empresariales se realizan en casi todas las plazas del país.
Huamantla ya tuvo su mal rato taurino en 2015, pero no son los únicos aficionados sufridos, todavía nos falta Tlaxcala. |
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