Sigue la temporada en España y Francia y siguen los toreros de acá para allá toreando cuanto pueden… o les dejan.

Unos con los contratos rebosando en sus carteras y otros a la espera de los mismos, allá penas los méritos de unos y de otros. Así fue siempre aunque no de la misma manera.

Ahora hay quien tiene hecho todo antes de empezar a abrirse de capa, que por cierto se abren muy poco, y otros que a pesar de los triunfos se les hace difícil meter la cabeza en los carteles. La ley de la fuerza o la ley de la selva podría llamarse a esta figura que es la contratación actual. Los leones se comen lo mejor y solo dejan las migajas para el resto de la fauna. ¿Pero cómo se hace león una gacela?

López Simón, como otros, a la espera de la merecida recompensa

Un imposible le pedimos a las gacelas. Por eso es la ley de la selva este mundo taurino. De ese modo tenemos a triunfadores en Madrid como López Simón o Morenito de Aranda esperando siempre una oportunidad de meter cabeza en algún cartel. Algo se va logrando pero muy poco. El madrileño araña con uñas y dientes cada vez que hace el paseíllo y el burgalés se ve obligado a reconsiderar su concepto de torero para mostrarle a todo el mundo que también quiere entrar en el grupo de los privilegiados.

Pero son pocos los huecos que les dejan los de arriba. Manuel Escribano ha logrado incrustrarse a base de coraje y suma contratos y sustituciones, cierto es que apoyado no solo por su esfuerzo como también por estar apoyado por la empresa de Madrid, eso hace lo suyo. Tampoco les dejan hueco a otros que cada vez que actúan dejan sello de su calidad o su entrega: Curro Díaz, Joselito Adame, Juan del Álamo o esos otros más jóvenes todavía que han alcanzado la borla de matadores más recientemente.

Los percances de Paquirri y Jiménez Fortes, por largos y prolongados, han abierto la carrera por las sustituciones y ello ha permitido coger puestos a los que están esperando, cuando deberían estar puestos por sus triunfos ante el toro.

Acumular es el verbo que más conjugan las figuras y no paran. Que Morante de la Puebla ocupe las primeras posiciones, junte a Fandi y Padilla, dice mucho del ansia por hacer caja todo lo que se pueda.

La temporada sigue… y las injusticias también. Mientras no se recupere la sensatez a la hora de contratar remaremos en sentido contrario a lo necesario. Abrir carteles y dejar que entren los que hacen méritos es parte, junto a la presencia del toro íntegro, de la necesaria recuperación del interés para ir a las plazas. Programar siempre a los mismos aburre ya hasta a sus incondicionales.