He aquí, el quid de la cuestión: tomar partido. Eso decía una de nuestras lectoras que, al parecer, le conmovía nuestra página precisamente porque, ella, ávida buscadora de la verdad encontró, en nosotros, aquello que buscaba; es decir, gentes que se involucraran con la problemática de la fiesta y que, a su vez, obviamente, tomaran partido y responsabilidad ante aquello que escribían y, sin lugar a dudas, modestamente, esos, somos nosotros.
Es verdad que, quienes presumimos de ser aficionados auténticos, estamos hartos de cambalaches por parte de todos los que, sin lugar a dudas, viven del mundo del toro y, sus plumas, irremediablemente, están al servicio del poder establecido. Lógicamente, es un sentir, el nuestro, que se nota a mil leguas nuestra inmaculada libertad, por ello, el contagio que tenemos de cara a los que sienten como nosotros; es decir, de cara a los que son aficionados auténticos y que sólo les conmueve la libertad y la verdad.
Nosotros, como no podía ser de otra manera, hemos tomado partido; lo hicimos siempre en nuestra vida como aficionados aunque, ahora, para suerte nuestra, esparcidos por el mundo, hemos encontrado a un grupo de mujeres y de hombres que, dichosos de nosotros, sienten al unísono con nuestras ideas, nuestras ilusiones y, como se demuestra, las plasman en nuestra Web con desmesurado anhelo y, ante todo, con auténtica vocación por servir al lector que, a su vez, no es otro que el sufrido aficionado que mantiene la fiesta con la aportación de sus entradas a los recintos taurinos.
Pensamos que, de forma lamentable, todavía quedan ingenuos que puedan ser capaces de creer lo que los santones de la crítica les digan. Cierto es que, dentro del organigrama periodístico español – y en el mundo, claro- quedan gentes válidas; no todo está perdido; aunque son los menos. Pero sí es reconfortante para nosotros el ver que, los cientos de cartas que cada día recibimos, todas, se solidarizan con nuestra idea; es decir, apoyando nuestra verdad. La gente, salvo los bobos sempiternos, sabe lo que está leyendo, por tanto, asume las consecuencias y, como nosotros hicimos desde el primer día, toma partido por nosotros porque, nuestra verdad es de ellos y para todos, de ahí, el arraigo popular que cada día encontramos y conseguimos.
Hemos tomado partido, claro. ¿Qué otra cosa podíamos hacer si nacimos libres desde el primer día? Por ello, ésa será nuestra meta en el devenir de cada día y, nuestra recompensa son nuestros lectores que, honradamente, a diario, nos animan con sus cartas conmovedoras. Recordemos que, para nosotros, al igual que para los que así lo hacen, sería muy fácil dejarnos llevar y no tomar partido; es decir, contar que por ejemplo, El Juli, es el rey de la torería, eso lo dicen todos los que viven de este hombre; ahora bien, contar sus limitaciones como torero, eso no lo dice nadie, salvo nosotros, claro. He puesto este ejemplo y, podría enumerar cientos de ellos. Aunque, en honor a la verdad, tengo el presentimiento de que todo el mundo me ha entendido.
Así, desde esta bendita libertad que un día elegimos, vamos haciendo camino al andar; vamos construyendo la vida; vamos ilusionando a las gentes y, sin prisas pero sin pausas, nos vamos dando a conocer y, nuestro éxito, ante todo, no será otro que, como cada día, ofrecer nuestra libertad al lector y que éste, se sienta identificado con nosotros. Somos, y lo digo con orgullo, la única Web en el mundo que, su peso específico, es la opinión; es decir, tomar partido y exponer nuestras ideas que, como comprobamos, afortunadamente, son las ideas de todas las gentes honradas de este mundo, para las cuales trabajamos.