S.I.15.- Tercer festejo de rejones del ciclo isidril y lo primero que se observa es esa media entrada que registra la plaza. Consecuencia seguro del abono, o del no abono, para ser más exactos.
Cuando se anuncian los festejos los abonados tienen derecho a dejar de comprar cuatro corridas de toros y dos festejos de rejones. No es descabellado pensar que los dos festejos de rejones a los que se ha renunciado por quienes no han sacado el abono completo, han sido los dos últimos. En los dos primeros, la presencia de Ventura y Hermoso, además de la presencia de Leonardo Hernández en ambos, los hacían más interesantes. Conclusión, sin obligación de sacar las entradas los abonados en general huyen de estos festejos de rejones.
Son otros, a través de las entradas sueltas y la incapacidad para adquirirlas los otros dos sábados precedentes, quienes se han acercado a Las Ventas. Y de esa convergencia, la menor experiencia en la plaza del público y la inexperiencia de una terna de caballeros más joven, lo que ha propiciado que el festejo se haya saldado con una sola oreja, precisamente para el más veterano del trío de rejoneadores, Joao Moura.
Valdenebro y la inexperiencia le privó de triunfar, pero no estuvo mal
La inexperiencia de los toreros les ha afectado fundamentalmente en los rejones de muerte, sobre todo a Luis Valdenebro, quien tras unas actuaciones vibrantes y que han interesado al personal ha fallado con el definitivo reiteradas veces. Caso de no haber fallado, lo mismo estábamos hablando de una salida a hombros del sevillano. No ha sido así, pero se le ha notado la evolución en esta su segunda comparecencia en Madrid.
Bien, con un toreo sobrio, ha estado el hijo de aquél Joao Moura que revolucionó el mundo del rejoneo. Fruto de ello ha sido una actuación limpia que le ha permitido cortar una oreja en su segundo.
Nervioso, tras de fallos reiterados en banderillas, ha estado Andrés Romero, quien también falló con el de muerte. Otra inexperiencia que se hacía presente.
Le faltó a la plaza diez mil espectadores más y a los rejoneadores diez años más de experiencia para aprovechar el buen juego de los toros de Benítez Cubero.
Foto: Muriel Feiner