Se acaba otro año más y todos deseamos lo mejor para el que comienza. El 2004 fue un año muy movido para el mundo taurino y con no muy buen balance. De seguir así, quien sabe en donde acabaremos.
Los deseos de hoy, fin del año, para el 2005.
- Que se produzca un milagro y Martínez Uranga cambie en dos meses y programe una temporada digna de la primera plaza de toros del mundo y no aplique la misma receta de los Lozano y de Chopera. No hay muy buenas perspectivas con la nueva empresa de Madrid. Más de lo mismo.
- Que Simón Casas tenga paciencia porque otra vez será.
- Que las figuras, las poquísimas que hay, se atrevan a dar la cara y alternen entre sí con toros de verdad.
- Que las empresas piensen en el aficionado que es quien mantiene el espectáculo.
- Que los ganaderos den un golpe de estado y se decidan a criar los toros que ellos quieren y no los que los toreros imponen.
- Que los toreros retirados no se vuelvan ganaderos.
- Que los ganaderos no se vuelvan empresarios.
- Que los toreros se den cuenta que si siguen exigiendo el toro que piden hoy en día no quedará más público que el del clavel.
- Que se acaben los toreros de escuela taurina pues parecen fotocopias que no son capaces de torear a toros enrazados. Cierto, Tejela y Perlaza.
- Que alguien les diga que hay que rematar los pases atrás de la cadera, citar de largo, con la muleta adelante y que se crucen.
- Que la Plaza México recupere la categoría.
- Que la televisión española se ponga seria y transmita las corridas más importantes de las ferias de primera categoría y no las de Roquetas de Mar, con todo el respeto.
- Que se mantengan las temporadas de novilladas en Colombia.
- Que en Colombia se pueda dar una temporada de mitad de año con los mejores toreros de América. Porque no en Bogotá ahora que la empresa se quiere meter en todo lado.
- Por favor, es urgente. Un asesor serio para la presidencia de la plaza de Cali.
- Que no todos los toreros se quieran parecer a Enrique Ponce.
- Que la crítica se ponga del lado del aficionado y no de los toreros o de las empresas.
- Que se proteste cuando salgan toros borregos que permiten triunfos de mentira.
- Que la afición tenga paciencia con todo este entramado que no ha hecho ningún bien a la fiesta y busque siempre la verdad del espectáculo a través de un toro íntegro y con raza que es el que crea emoción.
- Que los protagonistas de la fiesta no le sigan dando argumentos a los antitaurinos para que fustiguen el espectáculo.
- Que aparezca un revulsivo que nos saque de la monotonía actual.
- Que no se programen más festivales dentro de las ferias colombianas.
En fin, muchos deseos que como sabemos año tras año se quedaran en eso. Porque todos los 31 de diciembre decimos y deseamos lo mismo y no pasa nada. Pero bueno para no perder la costumbre y por si algun día pasa ahí queda eso.
Un abrazo para todos los compañeros de esta prestigiosa página de opinión y de toros y para todos los que nos siguen periódicamente.
Un saludo afectuoso desde Colombia