Como sabemos, respecto a las plazas de toros existen auténticos tesoros por el mundo en cuanto a su arquitectura y belleza. Las Ventas de Madrid podría ser un claro ejemplo; pero para nuestra dicha, por todo el mundo taurino existen coliseos de toda índole que, por si mismos, nos engalanan la vista, léase Nimes, Arlés, Bogotá, Valencia…Una larga lista de innumerables coliseos que, por sí mismos nos regalan la visión.
La Petatera en sus primeros compases de construcción
Pero existe una plaza de toros muy singular, yo diría que junto a Celendín en Perú, es única en el mundo. Se trata de La Petatera, la plaza más original del universo, enclavada de Villa de Álvarez, el municipio mexicano de Colima. Dicha plaza, por su singularidad, ha sido declarada Monumento Artístico por el Instituto Nacional de Bellas Artes del país hermano, México.
A La Petatera le llaman la plaza mágica porque, de repente aparece y desaparece como por arte de magia; es la plaza de “quita y pon” la que subyuga a todos los aficionados mexicanos y, sin duda, a cuántos amamos la fiesta de los toros, por ende, sus recintos taurinos.
La Petatera por todo lo grande
Allí, en Villa de Álvarez, llevan a cabo esta tradición desde hace muchísimos años, hasta el punto de que este año se han cumplido 158 años desde el primer día en que los villalvarenses iniciaron esta bella tarea que, como se sabe, culminó en la creación de la plaza de toros más original de todo el globo terráqueo.
Decenas de artesanos anónimos, año tras año, montan esta plaza de toros con vigas de madera, maromas, tablones y petate en sus faldones, de ahí que se le bautizara como La Petatera. Un trabajo original y único en su género que, como algunos de los artesanos que estructuran la plaza para la celebración de las corridas de toros, hasta sienten pena a la hora de desmontarla; en realidad, sí viésemos todos el proceso de montaje, seguro que todos sentiríamos la pena de ver como se desmonta.
Pablo Hermoso de Mendoza en La Petatera
La Petatera, una obra de auténtica arquitectura de madera en la que, como sabemos, alberga a más de cinco mil aficionados taurinos y más de diez mil en conciertos musicales y, para su dicha, tiene el ruedo más grande del mundo, todo un lujo en cualquier orden para uso y disfrute de la torería del mundo puesto que, como sabemos, por tan emblemática plaza han toreado siempre los mejores diestros del mundo.
Desde España, nuestra gratitud para todos los villalvarenses que, con su esfuerzo y dedicación llevan a cabo una obra de una magnitud increíble; una tarea que, como antaño, son las manos de los artesanos las que hacen el milagro, de ahí la grandeza de esta labor tan mágica como singular.
Febrero, Carnaval, Villa de Álvarez, al final, dan como resultado LA PETATERA, la plaza de toros que todos añoramos pero que solo es patrimonio de dicha ciudad, en definitiva, de todos los colimenses y, con el permiso de todos ellos, desde cualquier parte del mundo nos cabe el honor de admirar tan digna obra.
Vista general de La Petatera
LA PETATERA nos da como resultado final la gloria de sí misma; lo digo en el sentido de que los hombres que conforman la fiesta de los toros son los que nos obligan a las críticas por sus negligencias y, a veces, por sus malas acciones y, sin embargo, un “edificio” de madera, construido por gentes anónimas nos da la pauta de toda la admiración que podemos sentir por la obra y, sin duda, por las que la llevan a cabo.
A todos, enhorabuena VILLA DE ÁLVAREZ.
Fotos: Ayuntamiento Villa de Álvarez