Desde el Cielo, Francisco Rivera Paquirri se alegrará de estar junto a Dios, sin duda alguna, mucho más de estar en la tierra puesto que, de ver todo lo que está viendo, seguro que no le quedan ganas para la resurrección. Allí descansa en paz, justamente todo lo contrario de lo que está pasando acá, de forma muy concreta, con la que era su esposa.
La tonadillera, ahora entre rejas. ¡Qué pena!
No sospechaba Paquirri todo el conflicto de intereses que se daría cita en su familia tras su muerte; ni por asomo podía sospechar todo lo que su leyenda y su fortuna desencadenarían entre los suyos; como sabemos, al paso de los años, han sido verdaderas épicas nefastas al conjuro de su nombre. Tras su muerte, corrió más tinta en su “honor” que durante sus veinte años como figura del toreo. Procesos judiciales, enemistades familiares, reparto inútil de sus bienes; todo un entramado diabólico que, pasados los años, las espadas siguen en todo lo alto.
Por si al culebrón “taurino” le faltaba algo, hace unos días, la que fuera su esposa, Isabel Pantoja, ha ingresado entre rejas. Qué rubor para Paquirri, incluso desde el Cielo. Un hecho tan lamentable que el torero de Barbate no lo hubiera sospechado jamás; en realidad, ni él ni nadie. Pero la avaricia que, como dice el refrán, suele romper el saco, sin duda, se rompió el de la tonadillera que, de forma cruel y despiadada quiso blanquear una fortuna que venía de manos delictivas; ahí están las pruebas de la justicia, las que evidencian porqué está en la cárcel.
Es cierto que, la condición humana, desdichadamente es así de corrupta de forma genérica, con excepciones, por supuesto. Aquello de acumular dinero es algo insaciable para muchos individuos. En el caso de Isabel Pantoja, ¿le faltaría dinero a esa mujer para vivir como reina mediante su arte? Y sin embargo, como supimos, pecó junto al denostado Julián Muñoz, un tipo barriobajero del que como dicen, Isabel Pantoja se enamoró por completo. Sin duda su caso viene a demostrar que el amor es ciego. Muy ciego debió ser para que la Pantoja no viera la procedencia del dinero que manejaba. ¿Verdad?
Eso de que un famoso entre en la cárcel tiene una lectura mediática fascinante; en estos días, en todas las televisiones no se ha hablado de otra cosa. Sin duda, toda una “cortina de humo” para que nos olvidemos de los auténticos problemas en la sociedad en que vivimos. Yo me pregunto: Ante casos de fraude y malversación de fondos como el de Isabel Pantoja, ¿es la cárcel el castigo válido? Barrunto que no. Esa mujer no ha matado a nadie; ha cometido un delito que se puede reparar sin ir a prisión. ¿Cómo? Muy sencillo. Devolviendo todo el dinero que ha robado con sus correspondientes intereses y, como castigo, inhabilitarla para sus funciones como artista. ¿Sería poco castigo? Yo creo que sería suficiente y, además lógico y coherente.
Ya viste, Paquirri que estás en el Cielo, cuánta paz la tuya y cuán desosiego el nuestro, pero en todos los órdenes. No hace falta ser muy listo para comprender que, lo de Isabel Pantoja es apenas la punta del iceberg de todo lo que se está fraguando en esta España llena de políticos corruptos y de gentes miserables.
Al respecto de todo lo que está pasando, lo definió mejor que nadie el maestro Facundo Cabral: El dinero debería tener fecha de vencimiento para que nadie pudiera acumularlo para poder tener poder sobre sus hermanos.
La desdicha es que el dinero no prescribe y los delincuentes de este tipo siguen aflorando cada día.
Foto: cortesía de Libertad Digital