Sometidos al chantaje permanente de un personaje que, caso de no representar a un partido que condiciona toda la vida política, sería simplemente un bufón de tercera, un paleto de tres al cuarto, cada día nos vemos obligados a tener que hablar de él.
Este Sr. Pérez, alias “Carod” somete a la vida pública a una constante pelea, al eructar permanentemente vocablos y frases por su boca que solo merecerían un premio a la regularidad porcina, pero que desgraciadamente llevan un aliento que choca frontalmente con el pueblo español a secas. Y este pueblo español, cansado de tanto eructo y aliento, ha decidido móvil en mano y e.mail en el ordenador, responder también con un chantaje.
Un chantaje a un producto propio de las fiestas navideñas, cuyo origen es básicamente catalán y de amplio consumo. Como un reguero de pólvora ha corrido el “pásalo” y en un santiamén se ha debido de notar en los pedidos del cava catalán. Y hete aquí, que acostumbrados como están a los chantajes, lo han entendido de inmediato. Es el lenguaje, al parecer, que mejor entienden. Ni castellano, ni nada, chantaje puro y directo. ¡¡Y lo entienden!!, que diría el recordado Gila.
Es decir, que la prueba del cava ha tenido el éxito buscado. Prestos el Sr. Maragall, presidente de la cosa esa del chantaje tripartito institucional y, más tarde, el Pérez, alias “Carod”, han salido a la palestra a decir que no, que les gusta que Madrid sea sede olímpica. Si en las Olimpiadas hubiera concurso de jetas, ya había ganador seguro. Algo se ha debido de notar en los pedidos, cuando ha tenido que intervenir, sin rubor alguno, a decir que no dijo lo que todo el mundo escuchó cuando lo dijo.
Así funcionan los profesionales del chantaje. Es el lenguaje que entienden y de este modo han dado pistas seguras al resto de chantajistas que haya en el territorio nacional. Ese es el juego: queréis chantajes, pues jugamos todos. Lamentable espectáculo el que se produce, cuando hasta hace un año esta confrontación no existía. Esa ha sido la contribución del tripartito y sus componentes. Han abierto un frente donde no lo había. Los españoles estaban contentos con consumir el cava y la butifarra y ahora hay sus dudas. Todo un éxito, pero éxito de los provocadores. No vayan de nuevo a cargar el muerto a los pacíficos españoles que todavía no hemos levantado la voz en estas guerras que les deben de gustar.
La gente llana ha dicho, queréis guerra, pues la vais a tener. Quiera que todo quede en este conato de enfrentamiento y sepan adecuar sus peticiones y sus discursos a lo estrictamente correcto y justo. Ahora ya saben lo que hay. Tensar en exceso la cuerda es responsabilidad de quien la tensa. Y si tienen que cerrarle la boca con esparadrapo, por bocazas e incompetente, al no saber estar a la altura de un cargo político, -que no lo está- pues que lo hagan.
No obstante no hay que confiar. Pruebas hay de que el Sr. Pérez es así, pero su grupo no es mejor y cada vez que abren la boca es para agredir al resto de los que no piensan como ellos. Como ejemplo están los toros y a pesar de que el Pérez ha dicho que a él no le disgustan, -seguro que para salvar otro boicot- lo que confirma es que en su partido sí se los quieren cargar. Nos tememos que el cava va a pagar, por los mensajes en este caso también, las consecuencias.
Lo peor, como decimos, es que la prueba del cava ha dado resultado, demostrando con ello cual es el estilo y el lenguaje que entienden: el chantaje. Tendrán que dar pruebas serias de otro tipo de posturas, de lo contrario nos tememos que quedarán muchos frentes abiertos. La sociedad catalana puede hacer mucho mas que lo que han hecho hasta ahora, demostrando con los hechos que no se dejan gobernar por una minoría que les lleva al enfrentamiento permanente. Que tomen cartas en el asunto, es cosa también de ellos. El arte de Pujol, era más arte. Conseguía lo que quería del gobierno español y seguían vendiendo cava.