Cuando un hombre se está jugando la vida de verdad no cabe la menor broma; todo lo contrario, el respeto más desmesurado, caso de Antonio Ferrera que, como alguno de sus compañeros hicieron, nos tiene preparada una tarde épica en Málaga que, ante todo, hay que felicitarle. Seis toros de Don Eduardo Miura para él solo, el hecho, como tal, avala por completo al bravo diestro pacense.
Antonio Ferrera en Málaga tiene una cita: 'Solo ante el peligro'
Antonio Ferrera, como algunos diestros más, con su actitud, se empeña en darnos la razón en lo que a nuestro sentir periodístico se refiere puesto que, como dice nuestro slogan, nuestro compromiso no es otro que con el toro y la verdad, sin duda, los argumentos sólidos que nos muestra Ferrera en su encerrona en La Malagueta.
Ciertamente que, desde siempre, como medio informativo, apuntamos muy alto: UN COMPROMISO CON EL TORO Y LA VERDAD. Pocas palabras utilizamos, pero tan claras y rotundas como ha sido la carrera de Antonio Ferrera en sus años de alternativa que, colmado de épicas y heroicidades, su cuerpo está cosido a cornadas, lacerado desde la montera hasta sus zapatillas, mostrando, cada día, su verdad más rotunda ante los aficionados.
Y les puedo asegurar que, las cornadas que ha sufrido Ferrera, ninguna ha sido por sus torpezas, pero sí por su gallarda forma de jugarse la vida en aras de los aficionados que han pagado por verle.
Ahora, una vez más, por si quedaba alguna duda por parte de algún reticente estúpido, Ferrera nos muestra su faz más pura, limpia, cristalina y verdadera, la de siempre, pero ahora, corregida y aumentada: SEIS TOROS DE MIURA PARA ÉL SOLO. Quizás todo el mundo no valore como debiera dicha epopeya artística, pero les aseguro que su gesta tiene el componente de la mayor autenticidad dentro de una plaza de toros.
Al hablar ahora de los Miura, vienen a mi mente unas declaraciones que hizo en su día el artista Morante de la Puebla en que confesó que, cada vez que pasa por la puerta de la finca de don Eduardo, Zahariche, al ver el letrero, siente ya un pánico desmesurado. Y lo dice un diestro consagrado, mayor mérito para Antonio Ferrera puesto que, compañeros de mayor abolengo sobre el papel -sobre el papel, nada más- jamás serían capaces de emularle.
Hay que felicitar a Antonio Ferrera, como antes lo hicimos con todos aquellos que le precedieron en tamaña gesta. Como diría el otro, mariconadas las precisas; bromas, ni una. Silencio, un hombre quiere jugarse la vida -como hace a diario- de verdad. Nuestros respetos para él. Suerte, maestro.