El gran protagonista de la semana que termina ha sido el asesor de la presidencia de la plaza de toros de Cali. No solo por su actuación en el palco de Cañaveralejo sino por una carta que hizo llegar a la prensa taurina manifestando los motivos de sus decisiones. Casi arde Troya porque sus desacertadas actuaciones fueron criticadas, con total justeza, por la gran prensa taurina de Cali. Pero bueno la empresa medió y parece que las aguas han vuelto a calmarse.
Resulta que, el hoy asesor, invoca en sus alegatos que la voluntad del público es la que debe prevalecer a la hora de conceder indultos. Faltaría más, el populismo venciendo al reglamento y a los cánones del toreo. Recordemos que él fue el autor de la epidemia de "indultitis" sufrida en Cali las dos últimas semanas. Unos indultos absolutamente injustificados, solicitados por un público que no acostumbra asistir a festejos taurinos y a novillos sin picar y con evidencias de mansedubre en algunos casos.
Esta bien, dejemos que se defienda, pero cuidado que anda despotricando de la prensa como si ellos tuvieron la culpa de que en Cali se este perdiendo el norte en cuanto a autoridad. La prensa ha hecho lo justo y ha criticado con razón.
Pero esto no es nuevo, ya el año anterior hubo un asesor para una parte de la temporada y otro para la otra por el cambio de alcaldía al iniciar el nuevo año. Cosa nada seria y que le quitó algo de la otrora categoría a la feria de Cali. Recordemos que se concedieron trofeos a diestra y siniestra y corridas de un trofeo terminaba con seis en el balance final.
Definitivamente desde que Carlos Ilian, prestigioso periodista colombiano radicado en España hace muchos años, dejó de asesorar el palco en Cali, la plaza redujó notablemente los criterios para otorgar trofeos y conceder indultos inmerecidos algunas veces presionados por ganaderos a los que les convenía un triunfo resonante.
Cuidado, Cali está en un proceso de busqueda de rumbo en el que se necesitan criterios claros para medir a todos los actuantes en las ferias y el actual asesor no garantiza seriedad y ya tiene conflictos con la prensa. Se puede armar un escándalo de grandes proporciones de continuar como va.
Por favor , señores de Cali, busquen un asesor presidencial de seriedad que con su criterio haga valer la categoría de la feria de Cali.