Aplaudido y denostado, el medio llamado Internet, tiene la grandeza de la inmediatez y, a su vez, como nos ocurre cada día, la posibilidad de que, cualquiera, en algún lugar del mundo, pueda manifestarse ante aquello que ha leído y, a su vez, expresarlo a viva voz, como en verdad lo siente. Esta es la maravilla del medio y, en nuestro caso, pues mucho más ya que, además de mostrar al lector nuestro correo electrónico, es decir, nuestro buzón particular para todos aquellos que lo deseen, ofrecemos, en todos y cada uno de nuestros artículos, la posibilidad de que, el lector, nos muestre su opinión por aquello que han leído.
Tengo claro que, en los toros y en cualquier faceta periodística, será este medio llamado Internet el que privará por encima de todos los otros medios. La magnitud de esta situación es tan grande que, ella sola, por si misma, está logrando lo que los medios escritos sobre el papel, jamás habían conseguido y que, lamentablemente, nunca lo lograrán. Cuando se camina de frente, como es nuestro caso -y otros miles de medios similares- y se le da la posibilidad al lector de poder expresar aquello que ha sentido en un momento determinado, a partir de ahí, el éxito, está asegurado.
Todos, de alguna manera, en un momento determinado, al leer la prensa escrita, hemos sentido el deseo de contestarle a cualquiera que, por razones equis, no nos ha parecido coherente lo que ha escrito y, desdichadamente, nos hemos quedado con las ganas; es más, siempre resulta imposible contactar con la persona aludida, con el periodista en cuestión y que, por esta razón, nos quedamos con las ganas de expresar aquello que sentimos.
En Internet, como sabemos, todos podemos expresarnos de forma libre y, esa grandeza es la que hace inconmensurable al medio y, sin lugar a dudas, a todos cuantos en él participan. En nuestro caso, www.opinionytoros.com, guardamos ya cientos de misivas escritas a todos y cada uno de nuestros compañeros y que, dicho sea de paso, tan grandes lecciones nos han aportado.
Me siento dichoso, es la pura verdad, de comprobar que mis líneas no caen en el vacío de la indiferencia; ni las de ningún compañero, por supuesto. Somos parte ya de esa gran familia que formamos los ínter nautas en que, sin pretenderlo, -o quizás con la más hermosa intención- logramos la comunicación diaria en cualquier parte del mundo. El llamado globo terráqueo, gracias a este medio, se queda como un pañuelo pequeño en el que, todos nos podemos ver y comunicar.
Nos cabe el orgullo, y lo digo a viva voz, de salir por el espacio cibernético como somos en nuestra vida diaria; a pecho descubierto. Ahí están las pruebas que vienen a demostrar cuanto digo. Sabíamos lo que hacíamos y, desde el primer instante supimos darle al lector aquello que anhelaba; la comunicación directa con todos y cada uno de nosotros. Ahí están los resultados que hablan por sí solos. Ahora, si se me permite, mis líneas, quiero que sean de gratitud para todos; en mi nombre y en el de todos los compañeros que formamos este portal. Gracias a todos; a los que nos aplauden y a los que discrepan con nosotros. Todas las opiniones son importantes; unas reconfortan, mientras que otras nos aleccionan. De todos aprendemos y para todos trabajamos, de forma muy concreta, para los amantes de esta fiesta maravillosa a la que conocemos como el mundo de los toros.