Hoy mas que nunca se precisa el apoyo expreso a la candidatura de Madrid a los Juegos Olímpicos de 2012. Un hecho que por lógico debería ser obviado, se presenta como necesario en función de que unos “graciosos” representantes políticos de una minoría muy minoritaria que, además, solo representan en una región, -sí región, nada de nación- manifiestan abiertamente un boicot a la candidatura madrileña y española.
Sería solamente gracioso si tales políticos estuvieran, como así debería de ser, solos en sus pretensiones, pero cuentan con bombos y platillos en los medios. Gozan de tal situación al haberse convertido por necesidades de los gobiernos catalanes y español en el apoyo necesario para poder gobernar en ambos sitios. Y esto, que en política debería ser normal, ellos lo convierten en un aprovechamiento totalmente partidario y en un chantaje permanente.
Quieren gozar de selecciones deportivas propias, así lo quiere también el gobierno socialista catalán -que no español-, y al primer intento fallido con la de hockey, la emprenden contra la candidatura olímpica de Madrid 2012. A toda pantalla, pantalla que en España no tienen partidos de similares características de seguimiento, anuncia su Sr. Pérez, alias “Carod”, que nada de apoyar la candidatura de Madrid. Después otro de la misma partida, marcha a Nueva York a explicarles a los gestores de la candidatura de esa ciudad, oponente a la de Madrid, qué cosas hicieron bien ellos -¿ellos?- en Barcelona.
Y es ahí, en Barcelona, cuando aquella ciudad era una más de España, donde se celebraron unos juegos, en el 1992, con el apoyo y el esfuerzo económico de todos los españoles, de todos. Estos miserables, amparados como decíamos en las prevendas que les dan en los aledaños del poder, se consideran jueces y parte en cuantas decisiones haya que tomar y, a voz en grito, anuncian boicot a la candidatura madrileña. De risa, sino fuera por lo que representa de retorcido cuanto quieren hacer con todo aquello que afecte al resto de España.
No está lejano el ataque a la fiesta de los toros, con lo que representa también de ataque frontal a una fiesta que lo es de todos y que está en el acervo cultural de este País. O el agua o la lengua a Valencia. Todo les da igual, salvo que sean los intereses de su ridícula radicalidad; permitida, eso sí.
Muchos más apoyamos la candidatura española, representada en Madrid, para celebrar otros Juegos Olímpicos en España. Nos sentimos muy satisfechos de los que se celebraron en Barcelona y queremos gozar de la oportunidad de volverlo a hacer, en esta ocasión en Madrid. Estamos legitimados para hacerlo y ellos no tienen ninguna legitimidad para desear lo contrario, máxime cuando con el dinero de todos los españoles, se les dejó una Barcelona más bonita que lo que era. Pero no es cuestión de agradecimiento lo que queremos, sino de justicia y equidad, dos conceptos que los miserables nunca saben contemplar.
Soy voluntario para ese evento de Madrid 2012 desde los comienzos de nuestra candidatura y animo a todos a elegir dicha opción. Es una forma de apoyar lo que otros quieren boicotear. Circulan por la red y por los SMS cientos de proclamas a boicotear productos catalanes. Razones hay entre los aficionados a los toros y desde cualquiera que se sienta identificado con los Juegos Olímpicos y por muchas otras razones, pero se puede contrarrestar de este modo que propongo: más voluntarios, que es tanto como decir más gente con ganas de trabajar por los Juegos.