S.I.14.- Segunda novillada del ciclo y buen toreo hemos visto esta tarde. Los novillos perfectamente presentados, siendo mansos en conjunto y de salida, han ido derivando durante sus lidias y han permitido a los jóvenes espadas, -uno Espada con mayúsculas- mostrar sus condiciones.

Decíamos todos a una y eso es lo que hoy se ha representado en la plaza. Un público abierto, expectante, y con decisiones a una, sin discrepancias. No es fácil tal unanimidad de juicio ni todos los días.

Todos a una iniciaron el paseíllo. Ligeramente delante Lama que conocía la plaza

El primer novillero, Francisco José Espada, ha caído de pie en Madrid y si en su primero en el trasteo se le ha visto cierta afectación, no ha sucedido lo mismo en el extraordinario cuarto en la muleta, que le ha permitido cerrar series muy ligadas y compactas, tanto con la diestra mano como al natural. Una de estas últimas ha elevado el listón. Algún enganchón ha afeado el trasteo, así como la estocada ligeramente desprendida, pero la faena ha sido seguramente la más celebrada de la feria. Oreja de ley, de esas que en Madrid la piden todos a una.

Siempre es una sorpresa ver a un novillero tan puesto y tan dispuesto y no quedar por debajo de las buenas condiciones que ese novillo le ha ofrecido en la muleta. Torero para volver a ver. Muy seria su actuación.

También Lama de Góngora ha mostrado sus maneras, su buen gusto a la hora de utilizar las telas y esa cadencia y alegría al ejecutar el toreo de los toreros sevillanos. Preciosista su manera de iniciar faena y de cerrarla, con pinturería, tras de haber administrado bien las condiciones del burel. La espada le ha jugado una mala pasada y después la tardanza en echarse el animal ha enfriado a un público que parecía dispuesto a pedirle un trofeo. Pero no lo ha pedido nadie como otras veces, todos a una.

Con el sexto, el incidente con el caballo de picar, al que derribó y propinó una cornada en el anca, lo que supuso un tiempo de espera y la posterior puesta en pie del animal, se diluyó el interés y se trastocó la lidia, impidiendo que pudiera fijarse mejor al novillo. Tras del tercio de banderillas, el animal se puso a la defensiva y no hubo manera de confirmar lo atisbado en su novillo anterior.

Hizo su primera comparecencia en la feria Posada de Maravillas quien no estuvo a la altura de sus compañeros. Se podrá objetar que su segundo novillo fue un molesto cabeceador, pero en el primero, con no muy mala condición, se entretuvo en una faena de lejanías, con mucho pico y pierna retrasada. Tanto fue así que se le llegó a pedir que acabara. No ha sido buen debut del pacense. Para su suerte volverá el próximo lunes y tendremos ocasión de juzgarle con otros dos novillos. Nueva oportunidad que no han tenido el resto de novilleros acartelados en la feria.

Todos a una es algo muy difícil en los festejos taurinos, donde la democracia utiliza las mayorías para sacar adelante los resultados cada tarde. Hoy, cuanto ha sucedido, ha transcurrido con la unanimidad de la concurrencia. Si alguien le pregunta si era de dos orejas la faena de Espada, si Posada estuvo bien o si el novillo cuarto era de vuelta al ruedo, es muy posible que el problema sea del color del cristal con que se mira. Pocas veces anda la plaza tan de acuerdo, tan todos a una.