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Cuando en Diciembre pasado, una empresa nueva se presentó; un poco en el plan de la salvadora de la Feria Quiteña, fuimos muchos los que apostamos con ilusión, a ese nuevo emprendimiento.
Pero, hete ahí que en cuanto comenzaron los anuncios de la Feria, se levantaron muchas voces hablando de malos manejos de su principal, hacía algunos años; en la plaza de Ambato.
Hablando con la más estricta de las verdades, desconocíamos el episodio ambateño por lo que, presumimos que no sería más que parte del juego sucio que, lamentable pero indudablemente, se produjo.
Porque, fueron muchas las “cositas” sucias que se hicieron para impedir la realización de la feria quiteña. Se comenzó con rumores, alguno de los cuales, lamentablemente, el tiempo ha demostrado ser cierto.
Se intentó prácticamente todo, llegando al extremo de intentar colar en la plaza, una madre con dos niños menores de la edad permitida por las autoridades, para fotografiarlos dentro y así lograr que se cancelara la feria.
Ahora bien, dejando en claro que lanzar la Feria fue un asunto complicado, tenemos que entrar al análisis de la falta absoluta de seriedad y respeto que mostró la empresa Condortrust, para la Fiesta Brava nacional, en su conjunto.
Todo empresario sabe bien que para que un negocio funcione como debe, lo primero con lo que tiene que cumplir es, con los salarios y condiciones laborales apropiadas para sus empleados, aunque no sea más que, porque un empleado que está a gusto, trabaja siempre de mejor manera.
Otro factor indispensable para el éxito de cualquier empresa, es el de satisfacer las expectativas de su clientela trabajando siempre, con seriedad y respeto.
Esto se traduce, para una Empresa Taurina, en un escrupuloso cumplimiento de todas las obligaciones laborales de: matadores, subalternos, areneros, personal de plaza; en fin, de todos los actores de una corrida.
En la pasada feria de Tambillo, el incumplimiento salarial produjo demoras muy incómodas para el público, que con justa razón se molestó y es que, esperar más de una hora para salir a dar explicaciones del retraso y hacerlo en el segundo día de producirse, no fue la manera más seria de enfrentar los problemas que le estaba acarreando, la falta de seriedad con los pagos a los subalternos.
La apuesta de hacer una feria en las cercanías de Quito era una apuesta alta, como lo anotamos en algún momento y vistas las consecuencias, podríamos decir que Condortrust apostó y, ¡perdió la apuesta!.
El mundo de los negocios es un mundo indescifrable para nosotros pero, consideramos que incluso en ese mundo extraño, el sentido común debería de primar para lograr las metas.
Comenzar una operación tan compleja como una feria taurina sin hacer un profundo estudio de mercado que permita conocer las condiciones más idóneas para realizarla, en lo que respecta por ejemplo, a cantidad de días y horarios.
El iniciar una Feria sin tener un estimado de asistencia es un error y más, si se cuenta con pagar las cuadrillas con el importe diario de las boleterías.
Cabe pensar que estos errores incomprensibles desde el mero sentido de lógica, ¿quizá no lo sean en el confuso mundo de los negocios?. No lo sabemos pero, el resultado está convirtiéndose en devastador para la empresa Condortrust, de hecho, nos atrevemos a pensar que fue su inicio y su final.
Justamente el día de hoy tenía que celebrarse una corrida en San Miguel de Bolívar, pero; dudamos mucho que llegue a realizarse y de darse, no se dará con todo el personal necesario para una corrida seria, comprometiendo el resultado.
Y esto debido a que, una vez más; la Empresa pretendió pagar las cuadrillas con el importe de taquilla y lo más grave es que, no solo se pretendió pagar el importe de la corrida de hoy, si no; lo que aún se adeuda a los subalternos, desde la feria de Tambillo.
Es triste que algo que pudo ser muy positivo para la Fiesta Brava en el país, esté convirtiéndose en un sainete que, solo la perjudica.
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