Hemos podido conocer las ganaderías de las que Canorea ha comprado sus toros para la próxima feria de Sevilla y, tras ver y analizar dichas ganaderías, no hace falta ser muy listo para entender que las máximas figuras del toreo se la envainarán y, donde dije digo, dirán Diego, las pruebas asi lo certifican.
Ya sabemos que toros verán en Sevilla, queda por saber qué diestros los matarán
Cualquiera podría pensar y afirmar que, dichas ganaderías las podría lidiar algún diestro que no fueran las figuras que le echaron el pulso al empresario; podrían, pero no lo harán. Es decir, esos dispendios en las ganaderías de auténtico "lujo" no se han comprado para que las lidie Antonio Nazaré, por citar un diestro sevillano.
Algunos, de forma inocente, hasta entendíamos que, el relevo sería posible y que, por supuesto, se puede confeccionar la feria de Abril sin esas máximas figuras del torero porque, en la tauromaquia actual, si de algo tenemos de sobra es de toreros que, de todas clases, son más que suficientes para confeccionar varias ferias sevillanas.
El cambio puede ser posible y, lo que es mejor, sería interesantísimo. La cartelería taurina no se sostiene con cinco diestros que, serán reclamadísimos en los carteles pero que, sin ellos la fiesta puede seguir siendo posible. Es más, el relevo debería ser una causa efecto entre los diestros.
La gente ya está cansada de ver siempre las mismas caras y, lo que es peor, con las comodidades que, como decía, ya les tiene preparadas el señor Canorea con los toros que ha comprado. Por mi parte, yo quisiera equivocarme y que dichos toros los lidiaran otros diestros; pero sospecho que no está hecha la miel para lo boca del asno, dicho con todo el respeto para tantos diestros válidos como tenemos en la actualidad.
De que el relevo puede ser posible, ahí tenemos el caso de Manuel Escribano que, el muchacho, el año pasado por estas fechas nadie apostaba por él, pero llegó Sevilla, sustituyó a El Juli y salió lanzado para las ferias de España y Francia y lo que es peor, solo un gravísimo percance le paró en seco. O renovamos o morimos; creo que moriremos, así lo sospecho.
Y digo yo: ¿Qué pensaremos todos de las máximas figuras actuales si después de echarle ese pulso a Canorea, todos acuden a Sevilla? Y si de verdad se la envainan y torean en dicha feria, Canorea quedará como un auténtico rey y quiénes le vetaron, unos pobres vasallos. En fin, como diría Gabriel García Márquez, vivir para contarlo.