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La política, según la descripción del diccionario es el: “arte, doctrina u opinión referente al gobierno de los Estados” y ese arte, está llevando a más de un país “por la calle de la amargura”.
Ahora que, viendo el resultado de los actos de ciertos políticos; no podemos dejar de preguntarnos: ¿sigue siendo un arte o se habrá convertido más bien, en un arma de manipulación de masas?.
Coincidencialmente, son varios los políticos que han utilizado la Fiesta Brava como punta de lanza para turbios manejos posteriores. Cataluña comenzó con la prohibición de las corridas de toros en su territorio, a partir del 2012; por tanto en plena labor como Presidente de la Generalitat de, Artur Mas.
Como decíamos, por allí comenzó y luego se le ha venido al magín, ¡nada menos que “la independencia” de Cataluña!.
Por de pronto, ha logrado dividir a los catalanes entre; los que quieren mantenerse como parte de España y por tanto de la Comunidad Europea y, los que se han plegado a su calenturienta idea de independizarse.
Es indudable la capacidad de convencimiento que tiene el señor Mas, la gente ahora ya no razona; sueña y justamente por eso; es tan complicado el complejo problema Catalán.
Ahora ya la mente ha dejado de funcionar y se maneja todo por medio de los sentimientos y es muy pero que muy difícil pelear contra ellos.
El primer gesto de alejamiento de España fue la eliminación de la Tauromaquia en su territorio y luego, las cosas han llegado al indudable sinsentido que ahora tiene a Cataluña separada y enfrentada.
Menos mal que, ún esta por verse si, se llegará a tener una Cataluña: sin toros, sin España, sin Comunidad Europea.
Otro político que necesitó de un argumento polémico para afianzarse en el poder fue el difunto presidente Hugo Chávez y, para no perder la línea, utilizó también la Fiesta Brava, tratando de eliminarla por ley.
De todos es conocido el poder que, basando su gobierno en la “sensibilidad popular” o lo que equivale a decir; manipulando los sentimientos de sus ciudadanos; logró Hugo Chávez Frías.
Ya durante su gobierno, comenzó gradual e inteligentemente, a coartar libertades y, entre las más significativas y peligrosas para el propio pueblo venezolano: la de expresión que hoy, tristemente se ha quedado prácticamente huérfano de opiniones divergentes al gobierno del “heredero” de Chávez, Maduro.
En Ecuador, lo hemos comentado hasta la saciedad desde este mismo espacio, también fue la Fiesta Brava “la cabeza de turco” del Presidente Correa. Comenzó limitando la libertad de expresión taurina y con el tiempo y las aguas, ha llegado al mismo resultado de Chávez en Venezuela, reprimir la prensa libre del país.
Triste y angustiosamente, veremos como, poco a poco se va limitando hasta ahogar la prensa libre, para que, también aquí; solo se pueda publicar y hablar aquello que tenga el visto bueno gubernamental
Viendo este sencillo y rápido análisis de lo que la politiquería ha logrado utilizando la Fiesta Brava como ariete, no sería de extrañar que la Presidente Cristina Fernández de Kirchner esté maldiciendo a los “animalistas” que eliminaron la fiesta brava en su país, Argentina, allá por los ya lejanos 1899.
Con la reciente derrota sufrida en las últimas votaciones parciales, le hubiese servido y mucho para acercarse al pueblo argentino, como lo han hecho sus “colegas” presidentes.
Que pena da ver la política que, inicialmente nació como un arte de gobernabilidad, se ha convertido con el paso de los tiempos y las ambiciones de las gentes, en un antro en el que, más que con ideas; se llega a gobernar con los “sentimientos” del pueblo y …¡así andamos!
Y asusta ver como terminaremos.
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