El problema de escasez de reses bravas estaría a punto de ser resuelto definitivamente en el país y haría que el Perú cambiase su condición de importador a la de exportador de tan bello animal, único en su especie.
Efectivamente, mientras que los científicos del mundo aún no logran resolver los muchos problemas que plantea la clonación masiva de seres vivos, aquí en el Perú, Manuel y Orlando Sánchez Paredes, propietarios de las ganaderías “San Pedro” y San Simón”, han encontrado la fórmula para hacerlo y la vienen aplicando con extraordinario éxito en su ganado de lidia.
El secreto, celosamente guardado durante años, ha quedado al descubierto con la foto que acompaña la propaganda de las mencionadas ganaderías publicada en el último número de la revista “Olé y Olé” (Año XVI Nº 42) que dirige Fernando Llanos Taramona.
Quien observa la foto con atención, va a quedar tan sorprendido como yo. En ella se aprecia no menos de un centenar de reses suficientemente desarrollas como para ser presentadas en novilladas y corridas de toros. De pelajes diferentes, llamó mi atención un bello novillo colorado que, en primer plano, miraba directamente a la cámara que captó la instantánea. Luego de observarlo un instante fijé la mirada en otro, también en primer plano, también colorado y también mirando a la cámara. Mientras mis ojos se desplazaban de uno al otro, quedé anonadado. ¡Eran iguales! No solo en color y postura sino en todo lo demás. ¡Eran idénticos! ¿Casualidad? ¿Coincidencia? ¡Nada que ver! Con más detenimiento pude contar diez novillos idénticos, todos colorados, todos mirando a la cámara y todos en la misma posición aún cuando, para que la foto no fuera aburrida, algunos estaban posando al revés, es decir: con el cuerpo a la izquierda, cuando el resto lo tenía a la derecha; lo curioso del asunto es que la sombra que arroja la cabeza del animal sobre su propio cuerpo es invertida en unos con respecto a la de los otros, como si el astro rey que los ilumina fuesen dos, en diferente posición. No me pregunten el por qué de este fenómeno genético, porque no tengo respuesta.
El éxito de la clonación lograda por Manuel y Orlando Sánchez Paredes es total, no se limita con el colorado mencionado sino que se repite con un burraco (negro con manchas blancas) que aparece en la foto siete veces y también con los de pelaje negro, que constituyen mayoría, y que pueden agruparse según el número clonado de un mismo animal.
Siendo portador de tan buenas noticias, como lo es que la ciencia genética esté tan desarrollada en nuestro país, me preocupa que el hacerlo público pueda causarle problemas a los ganaderos involucrados porque, a partir que la información se de a conocer en el mundo, les habrá de llover propuestas y requerimientos internacionales para adquirir los derechos de uso de técnicas tan sofisticadas. No se puede evitar, es el precio de la fama.
Lo que no me puedo explicar es por qué, si los Sánchez Paredes tienen tantas reses como las que aparecen en la foto, clonadas con especimenes que se suponen de la mejor calidad, la corrida que presentaron en Acho en la primera de abono fue un encierro parchado, descastado y soso. Los envidiosos, que nunca faltan, me han dicho que la razón es que la clonación no se ha realizado en ningún laboratorio genético sino en uno fotográfico. ¿Usted que cree?