Durante las dos últimas décadas se cerraron poco a poco, por desinterés y carteles pésimos, las plazas catalanas del sur (las españolas) como Tarragona, Gerona, Figueras, Olot, las de la Costa Brava como LLoret del Mar y San Feliu de Guixols, las preciosas Arenas de Barcelona y definitivamente (o temporalmente, ¿quién sabe?) de por ley, la Monumental de Barcelona.
Y tal una epidemia o un cáncer, también cerraron poco a poco las plazas catalanas del norte (las francesas) comenzando por la de Perpiñán, su capital, tras su última novillada en 1959. Más tarde durante estas dos últimas décadas fueron el turno de las de Argelès-sur-Mer y Saint-Cyprien (agosto 1991), Port-Barcarès (1995), Bourg-Madame (2004) y desgraciadamente Collioure a principio de este 2012.
Las que cerraron en los 90 no lo fueron por desinterés o carteles pésimos, pero por problemas técnicos. Las plazas eran casi todas portátiles fijas y las empresas tuvieron dificultades para adaptarse a nuevos reglamentos sobre la seguridad de los tendidos portátiles tras la catástrofe del estadio de futbol de Furiani en Córcega (05/05/1992), que causó la muerte de 18 espectadores, hiriendo a 2.357 seguidores al derrumbarse un tendido portátil poco antes de la semifinal de Copa de Francia entre el SC Bastia y el Olympique de Marsella.
Así, las plazas de Argelès y de Saint-Cyprien abandonaron de inmediato la organización de festejos que tenían previstas en agosto del 1992 por no cumplir con los nuevos criterios de seguridad.
La plaza de Collioure, también portátil y fija, cercana desde 2001 a la estación de ferrocarriles, fue ella, desgraciadamente desmontada y vendida por 6.000 euros tras la decisión unilateral de su alcalde Michel Moly y de su consejo municipal, el 7 de marzo pasado. Esta decisión pilló a todos por sorpresa pues aquí nada de desinterés o de problemas técnicos, la plaza dejando rápidamente lugar a un aparcamiento (Parking des Arènes).Ya no se veran toros y novillos en la plaza de Collioure
Y eso que las últimas novilladas organizadas en Collioure fueron seriamente presentadas como la de los Herederos de Christophe Yonnet, con un gran Capitán, último novillo estocado en esta plaza por Emilio Huertas, el 16 de agosto 2011 durante la Feria de la San Vicente y su Trofeo de la Anchoa.Los ultimos y serios novillos de Yonnet en Collioure (2011)-Fotos: camposyruedos
No se lo merecían los aficionados benévolos del puerto de Collioure la fauvista, entre ellos el talentoso taurino Yannick Florenza, ni tampoco se lo merecía la afición catalana. Pues cuando desaparecen plazas de toros, desaparece también parte de la herencia cultural de todos, aquí la de los bous.
Ahora bien, en esta tierra catalana del Rosellón quedan aun las plazas de Millas y de Céret. Alguno iba a decir solamente.
Afortunadamente, con la plaza de Céret y la feria de Céret-de-Toros que organiza la Asociación De Aficionados Ceretanos (ADAC), la persistencia de la tradición taurina en Catalunya es casi asegurada por mucho tiempo. Aunque Collioure y otras plazas se fueron, desgraciadamente y con el tiempo, en silencio.