Hay que comenzar por clarificar ciertos conceptos erróneos, que han sido enunciados por más de un medio internacional, en relación a la inesperada y sorprendente decisión de CITOTUSA, Empresa que regenta la Plaza de Toros de Iñaquito; de cancelar la edición 2013 de la Feria Jesús del Gran Poder.

Hay una tendencia generalizada en los medios de difusión extranjeros de considerar que, eliminada la feria de Quito, se elimina la tauromaquia en el Ecuador y, esta aseveración tiene que ser corregida porque, es un absoluto error de concepto.

Es Quito el que ha perdido su feria, en Ecuador; nunca antes se había dado tanta actividad taurina en la provincia. De hecho, la supresión de Quito ha resultado en mayor actividad en plazas como Latacunga, Riobamba, Machachi…

De todos es sabido que, Quito era la capital taurina del país hasta que, en una amañada consulta popular de corte netamente político, se consultó a los ecuatorianos si se continuaba o no con las corridas de toros íntegras, en el país.

Demasiadas veces hemos comentado desde este foro, los resultados de esa consulta y el daño que se hizo, primordialmente a Quito; quitándole el eje central de los festejos patronales, la Feria de taurina de Diciembre.

Cuando los resultados de la consulta popular fueron adversos a la Fiesta Brava, nos mostramos definitiva y abiertamente en contra de la celebración de una Feria Jesús del Gran Poder, mutilada y atentatoria contra la dignidad del toro y la tauromaquia en si misma.

La polémica quedó servida, dentro y fuera del país.  Hubo quién consideró que, mantener la feria; agachando la cabeza y mutilando el rito centenario, era; una forma idónea de mantener viva la tradición taurina en Quito.

Hubo también, voces contrarias; entre las que nos contamos, voces que desde entonces hemos defendido la pureza y majestad de la fiesta y del eje principal de la Fiesta Brava, el toro bravo.

Ahora bien, el año pasado corrió un fuerte rumor de que, esa edición de la Jesús del Gran Poder, fue; (aunque casi se  logró acallar la verdad), un fracaso económico para la Empresa.

Se rumoró que si no llegó a ser un total desastre financiero se debió, al menos en parte, a la inveterada costumbre del público quiteño de comprar su abonos mucho antes de la publicación de los carteles. Otro factor a tenerse en cuenta, por cómo pudo influenciar en la asistencia de público, es el de la costumbre de muchos años, de asistir siempre a la Plaza como punto de encuentro para continuar la fiesta.

Se llegó a decir que la Empresa regalaba entradas y hasta abonos completos a empresas, en un afán de que no se notaran muchos vacíos en las gradas.

Todos esos rumores, han quedado ampliamente comprobados ahora, cuando; a pocos días de la celebración de la Feria 2013, se comunica al público la cancelación de la misma. Lo más lamentable de esta comunicación es que, ¡llegó primero a los medios de prensa españoles! mientras que, en ningún momento los periodistas, taurinos y no taurinos del país, fueron informados de la decisión sorpresiva y sorprendente, de cancelar la edición 2013.

Sancho Dávila, portavoz de CITOTUSA en España esgrimió una serie de razones que, todo hay que decirlo; no convencieron a nadie y mucho menos desde que; el hermano del rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza, exhibiera los permisos que permitían el ingreso de la cuadra del rejoneador en Quito, desmintiendo así a Sancho Dávila.

No vale la pena analizar las declaraciones que se dieron como excusa para la cancelación de la feria, ninguna tenía el peso necesario como para que realmente, fuera gravitante.

Lo cierto es que CITOTUSA ha recibido, en el corto margen de tiempo de ayer a hoy, muy fuertes ataques, todos quienes se hayan leído lo publicado en otros medios, podrán sacar sus propias conclusiones con respecto a lo que ocurre en el momento en Quito.

Debe ser dicho, duélale a quién le duela que; hasta el momento, ningún representante de la Empresa ha emitido un solo comunicado oficial, no se ha informado a nadie en el país; la cancelación de la Feria se hizo desde España y, lamentablemente ese silencio poco recto, está pasando factura a la Empresa.

Como le pasó factura el irrespeto a la fiesta en si misma, que representó el mantener una feria mutilada.

Quizá pensaron que, dado que a Iñaquito asistía más público que aficionados de verdad, podrían mantener esa obra inconclusa y que la gente continuaría asistiendo, como siempre.

La Empresa en su carta de justificación ante el Cabildo quiteño, reconoce el fracaso económico de la presente edición de la Feria Jesús del Gran Poder y al hacerlo, tendrán que aceptar que, lo que vendía era la “verdad”, sin importar que tan profundamente entendiera el público el rito en sí mismo.

Quito perdió su Feria justamente el día en que se aceptó continuar con una obra sin epílogo, cuando se aceptó desechar la verdad de la fiesta y continuar con un show sin autenticidad.

No toda esperanza está perdida, el Concejal quiteño Fabricio Villamar ha sugerido la posibilidad de realizar un referéndum solo para Quito, en el que se pregunte únicamente sobre la sobrevivencia de la Fiesta Brava en la Capital.

Loable y democrática actitud que esperamos se realice por el bien de la democracia, tan maltratada en la última Consulta Popular.

Pero, pase lo que pase en Quito, donde quienes más debieron defender la fiesta han dado un paso atrás, los taurinos tenemos que levantar la bandera de la afición y demostrar que Ecuador es taurino y que somos capaces, no solo de mantener las ferias ya existentes si no, lo que es más importante, de crear nuevas.