Gran ejemplo ha dado Colombia al mundo taurino. Sobran palabras, comentarios, opiniones, para hacer sentir la inmensa satisfacción que se siente como aficionado taurino la disposición del Presidente del hermano país sudamericano con ese espaldarazo a la Fiesta de Los Toros, nuestra Fiesta Brava, en declararla a nivel nacional, Patrimonio Inmaterial Cultural y ojalá su propuesta no se quede ahí.
Buena esa Colombia.
Ojalá su ejemplo sea seguido con sentimiento y afición por todos los países donde la Fiesta Brava tiene cimientos, se niega a morir, como quisieran nuestros adversarios que día a día, agazapados y apoyados por quienes son advenadizos dentro de lo taurino.
En Venezuela ojalá lograsemos lo mismo aunque digan que es imposible pero primero, quienes hacen vida en lo taurino, deberán dejarse de darse "palo cochinero" entre sí, dejar de dividirse los gremios taurinos y que reine en ellos junto a empresarios, ganaderos, igualdad, sensatez, equidad, unidad, el norte de todos los involucrados en el mundo del toro sea uno solo, impulsar, defender, fortalecer la Fiesta de Los Toros.
Cinco Ferias de Venezuela, la de San José en el Estado Aragua, la del Sol en el Estado Mérida, la de San Sebastián en el Estado Táchira, la de La Chinita en el Estado Zulia, la del Socorro en el Estado Carabobo, fueron reconocidas como Ferias Taurinas del país, como Prestadoras de Servicios Turísticos por Resolución del Ministerio del Poder Popular para el Turismo pubicada en la Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela, No. 39.130, de fecha tres de marzo del 2009 y declarada la Fiesta Brava como Patrimonio Inmaterial Cultural en los Municipios Tovar, Libertador y Zea del Estado Mérida, en San Pedro del Río, Municipio Ayacucho del Estado Táchira y pese a ello, en el resto del interior del país donde se desgarran las vestiduras y que en defensa de la Fiesta Taurina, todos sin excepción, se han quedado dormidos en los laureles.
Tarde no es para alcanzar la meta deseada, imposible no es, en la unión está la fuerza para seguir el ejemplo que ha dado Colombia, querer es poder.
