Nuestra página Web nació, ante todo, bajo el signo de la libertad y, como se demuestra cada día, los aficionados, pueden opinar muy libremente y, a su vez, expresar sus comentarios para demostrarnos el parecer por lo que sienten al respecto de lo que han leído. Si ya son muchos los que, desde la más absoluta libertad, en la página que insertamos al final de cada artículo, han escrito sus opiniones, lo son muchos más los que, en privado, se han molestado en escribirnos. A todos, nuestra gratitud y nuestro respeto.
Unos nos corrigen -gracias-, otros nos detestan, algunos se sienten heridos al no ser partidarios de nuestra fiesta y, los más, se solidarizan con nuestras ideas que, en definitiva, no son otras que, la constante búsqueda a la verdad y la justicia de esta maravillosa fiesta, la cual nos apasiona desde siempre y que, ahora, con este medio, tenemos la oportunidad de difundirla ante el mundo.
No quiero que nadie sufra y, por supuesto, les rogaría a los que no les guste esta fiesta que, por favor, no pierdan el tiempo con nosotros. Es demencial que, un antitaurino, esté pendiente de nuestra página; no le encuentro un halo de lógica al asunto y, eso, me preocupa. Las cosas hay que vivirlas de forma apasionada puesto que, de lo contrario, son malas vivencias las que se llevan en el alma. Una persona a la que no le gusten los toros debe de buscar otros horizontes y, perder el tiempo con nosotros es una acción miserable que no conduce a ningún lugar. Nuestro equipo, en su conjunto, respetamos a todo el mundo y, nadie medianamente sensato entenderá que obligamos al personal a que nos lea; nacimos desde el prisma de libertad y, así moriremos. Pero pretendemos que, nuestros lectores, sean afines a nuestra causa.
Nuestra meta, en los toros, concretamente, se basa en construir. No queremos que nadie se sienta herido y, menos, los que no se solidaricen con esta fiesta. Entendemos que, alguien, de los protagonistas, pueda sentirse mal cuando una crítica no le guste; y lo entenderemos puesto que, nuestras acciones, van más allá de todo partidismo personal de tal o cual personaje. Nuestra meta es el lector, la defensa del aficionado y la integridad del toro bravo, pero no podemos hacer nada por complacer a todos los que denosten a la fiesta taurina; haremos de todo, menos milagros.
Siento pena por todos aquellos que no sean capaces de entendernos. Es fantástico que todo el mundo pueda mostrar, en nuestra página, su punto de referencia, sus gustos y pasiones puesto que, para ello, cada lector, como se demuestra, hace suyas todas y cada una de las páginas y muestra sus inquietudes, sus consejos y correcciones. Pero siento horror por todos aquellos que, lamentablemente, pierden el tiempo junto a nosotros teniendo a un Borges irrepetible y a un Arreola inolvidable.
Para ser aficionado a la fiesta taurina, ante todo, me temo que se necesita de una sensibilidad especial que, lamentablemente, todos no tienen. Nosotros, los que contamos con semejante fortuna, además de apasionarnos esta fiesta fantástica, nos queda capacidad para respetar a todo el mundo. Y digo esto porque, a los antitaurinos, les invitaría que visitaran otras páginas hermosas que, afortunadamente, en la red, se cuentan por millones y pueden hacer felices a tantas personas en el mundo, olvidándose, por tanto, de una fiesta que no les dice nada. Perder el tiempo es una necedad que no se la aconsejo a nadie. Hay tantas cosas por hacer que, estar pendiente de algo que uno no ame, como explico, es una tarea baladí, por tanto, plegada de absurdez.