De nuevo la fiesta de los toros vive otra intentona de expansión en el globo terráqueo, ahora es China, antes, hará unos diez años o doce años, fue Rusia. Servirá este nuevo arrancón ? tendrá fundamento ?
Puede que sea una maniobra para contrarrestar lo que produjo el sismo de Barcelona y se pretenda mostrar que la fiesta vive y que llega a donde jamas se pensó. Está bien, si es ese el objetivo y el mensaje parece valedero. Pero cual es el verdadero objetivo de tal excursión ? La fiesta gana algo con llegar a China ? O será que vamos detrás de la estela de Beckham, pretendiendo mercadearla a como de lugar para generar ingresos efímeros.
Que los chinos se cuentan por millones y que puede ser un nicho interesante cualquier persona de mercadeo no lo dudaría pero también se preguntaría, y que producto vamos a vender ?
Y la respuesta obligatoria será: Un producto en decadencia, maltrecho y desprestigiado por quienes viven de él. Una fiesta sin emoción, desgastada, que ha perdido público y no genera pasiones ni interés. El producto que se va a ofrecer - si es que los rumores, de que otras ciudades aparte de Shanghai están interesadas en celebrar corridas, son ciertos - es una pantomima de lo que debe ser, y no por el hecho de que no se maten los toros sino porque el mismo toreo esta sin savia, sin esencia.
Antes que llegar a países no taurinos deberíamos velar porque la fiesta tuviera entidad, volviera a ser lo que fue, se volviera a crear pasión, hubiera toreros de verdad enfrentándose a toros de verdad. Pareciera que viviéramos en el paraíso taurino como para pensar en exportar la fiesta.
Pregunto, la fiesta en América, desde donde escribo, tiene el suficiente arraigo como para perpetuarse ? está la fiesta sana en América ? Ojo, cada día son más los antitaurinos, siendo eso lo de menos, porque lo grave es que cada día son menos los aficionados, hastiados de tanta mentira, y pulula el público fiestero que acude a la plaza por moda pero que en cualquier momento puede dejar de ir. Se acaban los verdaderos apasionados por la fiesta, solo queda un público masa, desentendido y pasota que se traga el espectáculo tal como esta hoy creyendo que si hay indultos o se cortan orejas es porque está de lo mejor.
Tenemos en América una fiesta decente ? o simplemente unas ferias agradables en donde se lidia un torito adelantado y los toreros vienen aliviados a pasearse y llevarse un dinero haciendo sonar su nombre con triunfos de mentiras. Estamos tan bien en los países de tradición taurina como para pensar en llevar la fiesta a China ?