El próximo 7 de noviembre dará inicio la temporada grande 2004-2005 de la Monumental Plaza de Toros México, con un cartel que ha decepcionado a casi todos los aficionados, y con el que se demuestra que el innombrable, al margen de todo lo que se le conoce… ¡es un pésimo empresario!
No se puede incluir a un rejoneador… aunque sea el mejor del mundo, con dos modestos toreros, que si bien han demostrado que tienen cualidades, no son ningún atractivo para garantizar la inauguración de una temporada taurina.
Un buen empresario hubiera confeccionado un cartel… con dos toreros de primerísimo nivel: un torero importante mexicano, otra figura española y un joven en busca de una auténtica oportunidad, para que el competir con dos toreros consagrados le ayude a consolidarse.
Pero… no fue así. No se acaba de entender que tipo de competencia pueda existir cuando está el mejor rejoneador compartiendo cartel con dos modestos toreros de a pie, quienes llevan años buscando oportunidades y no han podido destacar.
El rejoneador no va a quitarles un sitio... que no tienen los toreros modestos; mientras que estos últimos… están en un mismo nivel, y por más que intenten competir, no van a subir de ahí.
Por otra parte, Pablo Hermoso de Mendoza lleva ya escogidos dos astados, que enfrentará… dos de Reyes Huerta; y tanto Alfredo Ríos Delgado “El Conde” como Marcial Herce, enfrentarán a cuatro ejemplares de Vistahermosa, ganadería que desde hace más de una década se ha caracterizado porque sus toros además de mansos son... ¡inválidos!
Como se aprecia, con el pésimo cartel inaugural se observa el penoso horizonte de otra decepcionante temporada grande, en la México.
Una temporada grande, que tiene en su elenco, toreros españoles que han dado una mediana... pero muy mediana temporada en España, a la que incluso, la propia prensa hispana ha denominado “de transición”, quizá para evitar decir… mediocre.
Vendrá un veterano César Rincón, que ya no tiene los bríos de aquella gloriosa época en la que abrió en sucesivas ocasiones, la Puerta Grande de la Monumental Plaza de Las Ventas; un Juli… que no acaba de cuajar entre el cambio de niño a adulto; y un Ponce que a pesar de los años, sonríe en este lamentable panorama, pues indudablemente tiene la mesa puesta, porque además, se podría suponer que tendrá más animalitos seleccionados, para que pueda hacer... lo que juzgue conveniente.
De nuestros toreros mexicanos... todavía les hace falta mucho para alcanzar aquellas épocas de gloria.
Con relación a las ganaderías… ¿qué decir cuando cada temporada sale lo mismo? Cuando en cada tarde se ven correr por el redondel de la México, minúsculos bureles, que resultan por su aparente juventud, unos "tontuelos" que embisten como inofensivos "perritos falderos".
¿A dónde habrán quedado todos esos imponentes, bravos y encastados toros de la Cabaña Brava Mexicana?
Porque sí los hay... tenemos cerca de trescientas ganaderías, para que sólo veamos apenas una veintena... con animalitos comerciales.
En fin, que el día 7 de noviembre, podremos conocer si todo sigue siendo… ¡más de lo mismo!; y de ser así... eso será una especie de puntilla, para la fiesta taurina en la Ciudad de México.
Pero, lo que sí sabremos... es a quién culpar de haber acabado con una tradición de cerca de 5 siglos.
¡Nadie se lo perdonará!