Se da el nombre de tipo en zootecnia, al animal que reúne el mayor número de caracteres propios de una agrupación, bien sea en variedad, casta o raza y puede servir de modelo o término de comparación para la elección de otros.
Los términos trapío, estampa y lámina son utilizados para definir la figura o forma externa de las reses. Trapío es pues el aspecto externo, la lámina o la apariencia exterior en una palabra. El trapío es uno de los requisitos fundamentales que hay que exigir en la presentación del toro de lidia.
En el trapío del toro no tiene ingerencia el peso, ni tampoco influye la pinta o pelaje, tampoco se mide por el mayor o menor volumen de las reses, porque dentro de la misma casta y la región de procedencia, hay toros con edad igual que se ven mas chicos y recortados que otros, con menos esqueleto, pero finos, cuajados, robustos, reunidos, proporcionados y por lo tanto de buen trapío.
El trapío se ve exteriormente y es mas o menos una suma algebraica compuesta de varios sumandos mas y varios menos en el cual entran bastantes elementos de carácter subjetivo debido a que es una apreciación muy personal. El toro de buen trapío se caracteriza por ser sano, fuerte, sin ningún defecto físico, que dan signo de salud y poder, debe tener la encornadura limpia y la piel fina. El trapío corresponderá pues a su raza y así cada ganadería tiene su tipo, estampa y rendimiento que definen su trapío.
La edad y buena crianza completan las cualidades de su presencia y nos mostrarán el mejor estado de que deben de ser de vasta conocida.