En la medida que se acerca el inicio de la Feria del Señor de los Milagros, el aficionado limeño vive una expectativa similar a la del torero en puerta de cuadrillas.
Cuando finalmente se encuentre sentado en el tendido, al lado de los vecinos de siempre, sentirá emociones encontradas y el agridulce sabor de boca que se le presenta antes de cada corrida de toros pues sabe que en ella, el éxito y el fracaso, son cara y sello de una misma moneda.
Este año, con excepción de las dos últimas contrataciones, el plantel de matadores es atractivo.
La verdadera novedad es la presentación en Acho de Javier Conde quien con su personalísima forma de interpretar el toreo ha creado la mayor expectativa en nuestro medio. Finito de Córdova, está pasando por muy buen momento y se espera reedite sus triunfos en Acho. Paco Esplá ilumina cualquier plaza con esa torería de sabor antiguo que, desde muy joven, le imprime a todo aquello que hace en el ruedo. La entrega y buen toreo del francés Sebastián Castella conquistó Lima el año pasado y le permitió llevarse el escapulario 2003. Nuestro conocido Miguel Angel Perera y el debutante Matías Tejela representan la nueva generación de matadores que vienen luchando por alcanzar un sitio importante en el mundo del toro, así como nuestro compatriota Juan Carlos Cubas quien en la cuarta de abono, la más rematada corrida de la feria, tomará la alternativa de manos de Finito de Córdoba teniendo como testigo a Javier Conde. La reciente contratación de Juan Diego no contribuye mucho a mejorar el cartel y la del muy conocido Ignacio Garibay le resta categoría.
En relación a las dos novilladas incluidas en el abono, la primera, que inicia el serial con Fernando Roca Rey, Juan Carlos Cubas y Juan Ávila, es de primerísima importancia y no es riesgoso afirmar que abarrotará de gente los tendidos. No sucederá lo mismo con la segunda que, con un cartel menos atractivo integrado por el colombiano Moreno Muñoz, el mejicano Victor Mora y el nacional Alfonso Simpson, está programada luego de la última corrida de toros, después que se hayan declarado los triunfadores de la feria y cuando el entusiasmo de la feria esté en extinción. Habría sido mejor programarla dentro del ciclo ferial, el 14 de noviembre, en lugar del festival de aficionados que, con el buen propósito de ser a beneficio de un subalterno herido, no forma parte del abono y debería, éste sí, darse después de la feria.
Lo que preocupa al aficionado es que los factores negativos de la temporada anterior se repitan este año y tengamos que sufrir: la poca presencia del ganado sin edad ni pitones el pésimo desempeño del presidente de plaza y la vista gorda de los veterinarios.
La empresa no ha cumplido con el ofrecimiento que hiciera en marzo de mostrar en setiembre los videos de todos y cada uno de los toros que han de lidiarse en la feria. La periodista Magaly Zapata de Tertulias Taurinas, en colaboración con el programa de TV Puerta Grande que dirige Raúl Aramburú, nos ha mostrado fotos de los toros colombianos de Jerónimo Pimentel que vendrán a Lima pero en los videos del ganado de Juan Bernardo Caicedo y San Pedro no se identifican los toros seleccionados para Acho. De los de Roberto Puga, nada. Por su parte, el gerente del Consorcio Taurino de Acho, en el programa radial Afición del pasado domingo, dijo que el ganado no será exhibido al público antes de cada corrida y sólo podrá ser fotografiado y filmado por los periodistas que sean invitados por la empresa.
El juez de plaza y uno de los veterinarios del año pasado, serán los mismos este año y el recelo que ello causa está justificado. Confiamos que, quienes tienen la posibilidad de hacerlo, corrijan los errores del pasado para que la feria 2004 sea un éxito artístico y económico.