André Viard hace bueno el axioma de Facundo Cabral cuando decía aquello de que existe una sola raza llamada humanidad. ¡Nada más cierto! Y dentro de esa humanidad, un francés, André Viard, nos ha dado una bella lección a todos los taurinos de España. Nosotros, los españoles, los que jactamos -con razón- de haber extrapolado nuestra fiesta a todos los confines del mundo, un francés la amó como nadie, se convirtió en matador de toros y, al paso de los años, es ahora el autor de la inmortalidad del toro bravo, mediante la creación de unos libros bellísimos. TERRES TAURINES, así les bautizó en su francés original. André Viard con su obra
Fijémonos que sorpresas nos depara el destino que, como vemos, ha sido un francés el que se ha encargado, con su arte y su talento, de inmortalizar la cabaña del toro bravo. Su obra TIERRAS TAURINAS, publicación bimensual, la que ya arrastra el éxito desde hace varios años en Francia, lleva ya dos años consecutivos de aparición en España. Decía uno de nuestros dichos populares: “Si quieres aprender, ve a Salamanca” Ahora, respecto a los toros, si queremos saber al respecto, inevitablemente tenemos que ir al corazón y sentidos de André Viard. Su obra así lo demanda. Ejemplares de Tierras Taurinas
Alguien diría, ¿qué es TIERRAS TAURINAS? Sencillamente, un compendio de libros fantásticos en los que André Viard se mete en las entrañas de las ganaderías más emblemáticas de España de las que nos muestra sus raíces, sus ancestros y todo lo bello que pudiéramos saber de dichas ganaderías. André Viard se ha paseado por las dehesas más representativas del campo bravo, ha conversado con los ganaderos, toreros, mayorales y toda la gente de bien y, ante todo, afín a las ganaderías que ha visitado.
Si los textos de Viard son aleccionadores, lo son en mayor medida sus fotos; como digo, texto y fotos para formar un binomio ejemplar de los cuales, según me consta, Viard se siente satisfecho, razón por la cual ha sabido contagiar a los aficionados de todo el mundo. El éxito de Viard no es otro que su originalidad puesto que nadie en el mundo había acometido dicha tarea de la inmortalidad del toro bravo en su máxima dimensión y belleza. André Viard conferenciante en Las Ventas
Como diría el propio André Viard, un día se iluminó para engrandecer la figura del toro bravo y ha sido éste el que le ha aportado una dicha infinita puesto que, como se evidencia, Viard ama su tarea, por ello, como se presagiaba, estaba benditamente condenado al éxito; ya se sabe, aquel que hace lo que ama, tarde o temprano termina en la cúspide de sus propias ilusiones. Viard, en su bella tarea, visita ganaderías, conversa con ganaderos, retrata toros y dehesas para, al final, quedarse para sus adentros la enorme dicha de la propia enseñanza que tantos hombres y mujeres del toro le han enseñado. André Viard ejerce de maestro en sus libros, sus logros lo dicen todo, pero en fuero interno, como él ha confesado muchas veces, le debe gratitud a esa estirpe de gentes del campo que, con sus actitudes le han dado sus lecciones.
Como explico, es un gozo tener entre tus manos todos y cada uno de los libros llamados TIERRAS TAURINAS; huelen a tinta, a papel, a campo, a ganaderías bravas; huelen al propio misterio que encierra la ganadería brava de España.