Existen fórmulas muy eficaces que se llaman así “tres en uno”: aflojatodo, lubricante y limpiador. Un producto que se hizo famoso hace décadas y que es imprescindible en el bricolaje moderno.

Pero no es de bricolaje de lo que hablamos hoy, sino de toros, de empresas, de plazas de toros, de la gestión de Las Ventas, la plaza más importante del mundo. Ahí, para optar a su gestión se ha producido, parido, engendrado o como le quieran llamar, la unión de tres fuerzas que no se si cumplirán plenamente con ser la fórmula adecuada.

Las tres empresas en una, un

Puede que sean cuatro, como el producto de marras, que añade el desengrasante dentro de su uso potencial, pero se le sigue llamando “tres en uno” aunque vayan aumentado en más campos su eficacia.

La fórmula adoptada por estas tres empresas, o representantes de ellas, -de ahí lo de que sean cuatro- se ha presentado como la solución a ese concurso anunciado por la Comunidad de Madrid y así lo han comunicado a los medios aunque sin mucho lujo de detalles. En esos múltiples detalles es donde nosotros nos preguntamos si serán verdaderamente “La Fórmula”.

Sí parecían optimistas en la presentación, pero obviando exponer el cómo han de combinarse los efectos para que la eficacia y el éxito sean una realidad. Lo de la parte económica es evidente y es, sin duda alguna, la motivación que los ha logrado unir. Por mucho que pretendieran que nos imaginemos que saben por dónde ir, es inimaginable que llevaran pergeñando el proyecto el tiempo suficiente como para saber qué y cómo hacer. La Comunidad parió el pliego una semana antes y no han tenido tiempo. Convengamos que lo sustancial han sido los dineros; lo demás ya se irá viendo pero después de ganar el concurso. Lógico por otra parte... la parte de ellos.

Si nadie lo remedia, y parece que no existen muchas opciones posibles, serán candidato/os único. De ese modo, ya tenemos empresa para los próximos tres años. La primera pregunta surge de inmediato ¿Son matrimonio fiable y con aires de estabilidad? Aunque el dinero une mucho sabemos de divorcios por muchos motivos que hacen durar menos de tres años las uniones, más sin son de hecho.

Los celos suelen ser muy malos en las uniones de parejas, sin son de tres mucho peor y si hay un cuarto, que es inseparable del primero, lo normal es que sea el mejor confidente, asesor y consejero, además de descubridor de las traiciones y/o infidelidades que se den en el cumplimiento de los papeles asignados, si es que se asignan.

No es por enredar, pero pongamos como ejemplo: Papá si sigues dejando a ese el micrófono se queda solo al frente del tripartito. No pasaría nada por decirlo y puede ser incluso evidente, pero y si de verdad enciende la mecha y el primero no acepta la ocupación casi plena del protagonismo del socio ¿qué?

También, sin querer enredar, y si a la chita callando otro va colocando mejor a su pupilo (torero) que lo que otro hace con el suyo. ¿No importará, habrá buen rollo? Y dicho todo esto, es cierto que esas cosas pueden parecer normales en la relación a tres, o a cuatro, que intereses hay y ganas de que todo vaya bien, pero ¿la comprensión primero y el perdón después, durará siempre?

Tres que son cuatro a la hora de manejar todos los hilos

Por estas y otras razones las parejas, de dos, se van al garete; siendo de tres o de cuatro es de suponer, y queriendo hacer un ejercicio de creer en la sociedad, ¿será para mejor? Ahí están y estarán si no sucede nada raro, pero las dudas es lógico que las veamos por doquier. Todo sin entrar en el tema que más nos puede afectar realmente ¿Habrá toros y toreros de verdad?

Cuando digan lo que van a hacer, y cómo reparten los papeles, será momento de poner en cuestión el resto de las dudas que tengan los aficionados y yo también.

Fotos: Muriel Feiner