El próximo domingo 17 de octubre, en la plaza que guía actualmente los destinos de todo el México taurino… el Nuevo Progreso de Guadalajara, el joven tapatío Guillermo Martínez tomará su alternativa de manos de Miguel Espinosa y como testigo del acto estará el rejoneador español Pablo Hermoso de Mendoza, con toros de don Fernando de la Mora.
Guillermo… como novillero mexicano y además puntero, se distingue porque en su aprendizaje se ha ido nutriendo de la añeja tauromaquia del maestro Alfonso Ramírez El Calesero, a través del buen instructor que es Curro Calesero.
Eso justamente es lo importante del caso, de este valioso novillero, que esas estampas de la añeja tauromaquia mexicana, trascienden por la magia y el misterio que tienen, resultando además de vistosas impactantes, porque el toreo por “poses” que trajo Enrique Ponce… ese toreo que carece de contenido y sólo se preocupa por las cuestiones de formas… en lo bonito por encima de todo, se esfuma de inmediato.
Las estampas de la añeja tauromaquia mexicana, han convertido al joven tapatío, gracias a su fundamento torero, en la mejor carta para el futuro inmediato, y así poder iniciar el renuevo de la vilipendiada fiesta mexicana, en la que sigue dominando una vetusta baraja. Un ejemplo que puede tener continuación, porque ahora mismo existen importantes promesas, que próximamente también tomarán la alternativa.
Los toreros son importantes en tanto impactan al público con su tauromaquia en el redondel, enfrentando la indiscutible verdad del auténtico toro íntegro. Porque hay una cosa que está clara… el arte presupone verdad y la tauromaquia es arte.
Guillermo Martínez, ha justamente impactado en el redondel a través de una expresión llena de arte, plena de finos trazos, pero con grandeza, con un sentimiento desbordado y, por supuesto, apoyado por la sólida técnica, lo que hace trascender e inflamar de su pasión a los espíritus de los aficionados tras la propuesta artística. Conduce el capote con variedad, cadencia y armonía, y con la muleta los trazos, son templados y con ritmo, siendo igualmente variado en cada faena.
Seguramente no sólo para Guillermo sino para nuestra Fiesta Taurina Mexicana, el próximo 17 de octubre en el Nuevo Progreso de Guadalajara, será el prólogo de un importante cambio; sólo le sugerimos a Guillermo Martínez, que si bien es necesario Curro Calesero continúe siendo su instructor, busque a un apoderado que con suma inteligencia, valor, sensibilidad, firmeza y sensatez, lo sepa guiar y administrar en tan difícil profesión.
¡Suerte valioso joven artista!