Comienza un año en el, que, como es natural, los buenos deseos comienzan a sumarse... y llegan hasta multiplicarse. Sí, los tan mencionados buenos propósitos tratarán, insistentes, de conducirnos hacia la vida ideal en todos los órdenes de nuestra existencia.
Como lo ideal en la mágica Fiesta de los Toros... se resume su grandeza en el auténtico toro para el torero de verdad.
En 2010 a defender nuestra Fiesta con la verdad del toro auténtico
Y como también lo maravilloso en ese caudal de buenos deseos, debería estar, claro, en el propósito señero de todos los aficionados como lo que siempre he afirmado... llenar a reventar todas las plazas de toros, como la inobjetable defensa de nuestra maravillosa Fiesta Brava ante los embates de sus oficiosos enemigos, y mantenerla en consecuencia... viva y a plenitud.
No obstante, lector amigo, lo mejor en todo esto será como siempre, que que los buenos deseos se cumplan y no se queden como las buenas intenciones, que de estas últimas, están plagados los caminos al infierno... dice el refrán.
¡A vivir plenamente!, y hacer a un lado todas las envidias, los odios y los rencores, que al final del día, son los que impiden vivir con grandeza.
¡Feliz Año 2010!
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* Pintura de Walther Zuluaga