La noticia, en los medios deportivos, el pasado día 20 de septiembre del año en curso, no fue otra que, la destitución de Camacho como entrenador del Real Madrid; él dijo que dimitía y, con sabia decisión, lo hizo cinco minutos antes de que le echaran. Es verdad que, algo flotaba en el aire para que, quien suscribe, pronosticara que no terminaba septiembre como entrenador del Real Madrid, el mencionado José Antonio Camacho. Y no son razones deportivas porque, entre otras cosas, Camacho, de fútbol, irremediablemente, debe saber como el que más. Este hombre que, como inteligente que es, se dio cuenta que tenía encima a todo el vestuario y, acertadamente, comprendió que, en el Real Madrid sobraba uno y era él. Pero estaba todo muy claro. No era cuestión de entrenar mejor o peor; todo era de carácter personal puesto que, Camacho, todo lo que sabe como deportista, como se ha evidenciado, le falta como humanista. No supo entender a los hombres que tenía bajo su mandato y, creía él que todo se arreglaba con gritos y con ánimos dictatoriales. Ahí estuvo su error; y los jugadores lo podrían aclarar en cualquier momento. Se equivocó José Antonio Camacho en su planteamiento y lo pagó muy caro. El látigo ya no sirve y, mucho menos, cuando se tiene que convivir con grandes estrellas del fútbol; he aquí el grave error de este entrenador que, como se demostró, no supo emular a su antecesor, el señor, Vicente del Bosque. A Camacho le ha faltado mano izquierda; se creía indispensable y, como se ha comprobado, el que era su segundo, es decir, Mariano García Remón, otro hombre madridista, le ha sucedido en el cargo y, con toda seguridad, logrará el éxito. Camacho, como se evidencia, lleva escrito en su cara el mal genio; García Remón es, justamente, todo lo contrario y, para colmo, sabe tanto de fútbol como el que más y, para mayor dicha, conoce la casa “blanca” como nadie.
Esta vicisitud, a primeros de temporada y dentro del seno del Real Madrid, era algo impensable. Me explico. En cualquier equipo de provincias, un mala racha de resultados, siempre, por aquello de no saber más sus jugadores, pueden llevar a la destitución de su entrenador, sencillamente, porque sigue siendo mucho más barato echar a uno que entrena, que a todos los que juegan. Pero en el caso del Madrid, es todo muy distinto. Fueron los jugadores lo que le hicieron el boicot al entrenador con tres resultados pésimos para, de este modo, obligarle a dimitir o a ser destituido. Recordemos que, el Real Madrid, para bien o para mal, tiene la mejor plantilla de Europa, por tanto, no cabe el mal juego; y si lo hay, es a propósito. Este equipo, paradigma de los mejores equipos del mundo, no puede caer derrotado frente al Numancia o al Español, por citar dos equipos de primera; y si esto ocurre, algo grave está pasando en el seno del equipo. Y, ciertamente, estaba pasando que, el equipo, no quería a Camacho; no le gustaban sus formas y maneras. De cualquier manera, como digo, era algo que flotaba en el ambiente; que lo podía predecir cualquiera; sin necesidad de estar dentro del equipo. Ya, como todos sabemos, es su segundo fracaso en el Madrid como entrenador y, como tal, debe de hacerle reflexionar. El Real Madrid es una entidad inamovible mientras que, Camacho, como se ha demostrado, es un hombre fácilmente sustituible: Mariano García Remón, ha sido el ejemplo.