He comprobado, una vez más, en este caso en la LISTA DE AMIGOS DE FACUNO CABRAL, donde cientos de personas se comunican a diario, todo lo que se puede sentir a través de una máquina. Acá, estas personas, con la ventana abierta al mundo y que llamamos INTERNET, a diario, se regalan lo mejor de sus vidas.
Hablan, quiénes desconocen el medio, de la frialdad de una máquina y, aseguro que están equivocados quiénes así piensan. La amistad, lo que este grupo maravilloso practica a cada momento de sus vidas, es algo tan mágico, tan intangible, pero tan metido en el alma de todos contertulianos de la red que, esa magia, se desprende y cala en el corazón de todos los presentes.
He leído, a cada instante, las frases más bellas escritas por gente anónima, como usted y como yo, pero con esos jirones de sus almas implícitos en cada línea que, a todos nos subyugan. Enumerar a todos los componentes de la citada lista seria una tarea ardua, es cierto. Pero todos, juntos, sin excepciones, merecen mi aplauso y mi gratitud constante.
Razón tiene Paulo Cohelo cuando dice que, Internet es la gran ventana abierta al mundo donde, la gente, esparce y regala sus mejores sentimientos. Y es muy cierto puesto que, como se sabe, lo que vale son los sentimientos de cada cual y, éstos, con este medio, los expandimos a cualquier parte del mundo. Estos amigos de la citada lista “cabraleña” son el vivo ejemplo de cuanto quiero explicar.
Dicen algunos que, la amistad, sólo es posible con el contacto físico y, yerran en este sentir. La amistad no es otra cosa que, sentir por los demás, sin tener que preguntarle al amigo querido si está cerca o lejos. ¿ O acaso existe un parámetro para medir las distancias con el cariño? Se quiere o no se quiere, esta es la cuestión. Y, cuando se quiere, poco importa la distancia y el ancho mar de por medio.
Ha sido, en este evento de CABRAL donde he conocido, como en otros lares, gentes maravillosas que, uno a uno, han sabido conquistarme con la carga de sentimientos tan lindos que me han expresado; a mí y a todos los componentes de este equipo de personas que, desde todos los puntos del globo terráqueo, hemos sabido comprendernos y, a su vez, amarnos como seres humanos.
Y no es sólo amistad, sino cultura, encanto, amor y cariño lo que en este medio puede uno encontrar. Una vez más, como tantas veces he dicho, le debo a CABRAL muchas cosas en mi vida, entre ellas, poder ser partícipe de este grupo de gentes encantadoras que, a todos nos une una causa común: el amor por el prójimo.
En este tiempo de comunicación he aprendido lecciones bellísimas por parte de todos los amigos del alma que, a diario, nos enseñan, nos muestran y nos embelesan con sus relatos del alma. Como diría Facundo Cabral, si cada mañana es una buena noticia, pertenecer a este club del que hablo es, sin lugar a dudas, la mejor de las noticias.
Mi gratitud para todos vosotros, amigos queridos que, con vuestro apoyo, tanto me habéis dado.
Vuestro.