Evocar, en el día de hoy, 28 de agosto del 2003, el nacimiento de una señora genial, ello, es un privilegio para los españoles de buena voluntad puesto que, el arte, el que esta señora de la canción atesora, nos une a todos. Se llama Maria Dolores Pradera y, todavía, a Dios gracias, sigue llenando los escenarios del mundo con su arte, con su voz, con sus bellas melodías que, el paso de los años no han podido marchitar. Podrán nacer, como ha ocurrido en estos dos últimos años, quince docenas de cantantes; o miles, no importa. Pero queda claro que, el sitio de la señora de la canción, dígase Maria Dolores Pradera, es insustituible. Pensemos que, muchos cantantes, de los que todos hemos conocido, desdichadamente, han sido flor de un día y, Maria Dolores Pradera, con más de cincuenta años sobre los escenarios, todavía desata pasiones en el alma de los que sienten el arte; sus canciones, las que interpreta, incluso parece que fueron escritas para tan singular dama, jamás morirán ni pasarán de moda. Algunos cantantes, viven del modismo del momento; cantantes, actores y tantas profesiones que, creyéndose los reyes del mundo por aquello de una publicidad momentánea, en un abrir y cerrar de ojos, comprueban, con amargo dolor, que su estrella se ha apagado. Y, qué felicidad tan grande que, en el caso de esta dama, los años, si acaso, sólo han servido para darle mayor ternura a su persona; mejor tersura a su voz y, mayor admiración por parte de todos los que le conocemos. Pensemos que, Maria Dolores Pradera, ha cantado para varias generaciones. Recuerdo que, mi madre se embelesaba con las canciones de esta señora; en mi juventud, atesoré todos sus discos; mis hijos, siguen y se apasionan con las melodías que José Alfredo Jiménez y otros muchos, escribieron para María Dolores Pradera; y, a este paso, a Dios gracias, un día, mis nietos, cuando llegue el caso, me hablaran de esta señora que, habrá cautivado a cinco generaciones de personas por el mundo.
Ahora, parafraseando alguna de sus canciones, me gustaría poder deleitarme con sus melodías a modo de título de sus canciones. SEÑORA DE LA HERMOSURA, QUE TE VAYA BONITO en TU ISLA CANARIA y que, al VOLVER, VOLVER sigas VENDIENDO ESOS OJOS NEGROS, junto al SOBRE ROSA PERFUMADO sin que LLOREN TUS GUITARRAS.
La lista de sus melodías podría ser enorme; inacabable. María Dolores Pradera inmortalizó a José Alfredo Jiménez, le dio vida y fuste a Chabuca Granda mientras que, más cerquita de nosotros, se extasió con nuestro inolvidable Carlos Cano. Un lujo de señora que, como explico, en tal día como hoy vino al mundo para cantar. Y, como diría el Martín Fierro de José Hernández, cantor que viniste al mundo a cantar, mientras exista un solo cristiano, tu voz ha de sonar. Este es el caso de esta señora ejemplar que, como se ha comprobado, los años, en vez de quitarle, le han dado; ha recogido sabiduría, ha adquirido esa madurez tan especial para su voz que, si es bella en sus grabaciones, en vivo y en directo, como hace muy pocas fechas pude admirarle, quédeme prendado de sus actitudes con su voz.
Felicidades, señora Maria Dolores Pradera, un lujo de ser humano que tantas veces nos enamoró y nos hizo soñar. Cada día, señora, es una buena noticia y, hoy, en su cumpleaños, es, sin lugar a dudas, la mejor de las noticias. Que Dios le bendiga.