El controvertido señor Rafael Herrerías lanzó el domingo pasado una crítica dura, pero que sin lugar a dudas le asiste la razón: “Triunfan los jóvenes en la Plaza México y no les dan oportunidad de torear en las plazas de don Carlos”, seguramente no gustó a algunos la forma en la que lo expresó, pero en el fondo… el contenido tiene su insoslayable verdad.Esta temporada grande de la Monumental Plaza de Toros México se ha caracterizado por los inmejorables resultados, fundamentalmente en lo que se refiere a la cantera de toreros mexicanos jóvenes, que han salido a demostrar su valía.
El señor Herrerías
Lo lógico… lo conducente sería que no sólo quedaran todas estas importantes aportaciones, en otra nueva oportunidad para el siguiente serial del coso titular de México, sino que todos los señores empresarios y, fundamentalmente, Espectáculos Taurinos de México, que cuenta con las principales plazas de la geografía taurina nacional, abriera sus puertas para consolidar a todos esos valores.
La conseja popular afirma en su sabiduría infinita:
“Los toreros se hacen toreando”.
Y… ¡así es!
Si se superaran todas esas discrepancias que impiden otorgar los espacios necesarios a la juventud torera mexicana, que ha demostrado sus cualidades en La México, y se hiciera realidad que en los carteles que se anuncien se les incluyera, inequívocamente, a través de su toreo volverían a dar luz y esplendor a la Fiesta Taurina Mexicana, y por consecuencia lógica… el propio espectáculo saldría ganando.
No se puede reducir todo ese importante apoyo a un sólo torero, que por mucho impacto que pueda causar, porque guste de divertir a la gradería, no es lógico ni real que ese fácil divertimento pueda sustentar a la propia Fiesta Nacional, porque al no existir variedad ni competencia, ni un sólido argumento, se cae en la monotonía y en el enfado, y la gente está ávida de conocer y disfrutar de diferentes expresiones toreras, que no sólo diviertan, sino causen emociones y conmuevan por la trascendencia de las creaciones en el redondel.
No sólo de circo vive el aficionado.
Efectivamente… la sentencia del señor Herrerías fue contundente, y se hace necesario que se abra la disposición en el entendimiento, para que los señores empresarios en su conjunto, apoyen a todos los jóvenes valores, y se pueda hacer realidad la renovación y consolidación de la nueva tauromaquia mexicana.