Cierto es, que ahora mismo el más afectado en todo esto es el Señor Cejas, porque al margen de que las estadísticas marquen ya un rabo en su haber, fue concedido ante la sorpresa y el repruebo de la asistencia; el juez de plaza no midió las consecuencias, se dejó presionar por su asesor, eso según nos comentó, y decidió conceder un premio que carecía de sustento, lo que dio como consecuencia necesaria… la animadversión del respetable.

En todo esto, y tras haber escuchado al juez, por lo menos a mi no me quedan muchas cosas claras, y si se incrementan bastantes inquietudes; por ejemplo, si en verdad existió esa interminable y sofocante presión por parte de su asesor, para que acabara otorgando el rabo al Señor Cejas… de inmediato cabe la pregunta: ¿habrá existido también esa misma presión para no concederle la oreja a Joselito Adame, quien sí hilvanó una faena importante, la que le llevaría a salir por la Puerta Grande de la Monumental México junto con el propio Señor Cejas?

¿No quería el asesor que también triunfara Joselito Adame?

Si en muchas actividades de la vida cotidiana, aparecen los intereses que provocan el no permitir que destaque uno sobre otro, buscando formas poco éticas para conseguirlo, la Fiesta Brava no está exenta de que también pudieran aparecer este tipo de ventajas, de reprobables ventajas en beneficio de uno y en detrimento del otro.

No obstante, para dilucidar esta situación, y evitar los malos entendidos que pudieran conducir a la aversión, a la pésima imagen de algún torero, lo más conducente, lo más lógico y prudente, sería que las propias autoridades de la Delegación Benito Juárez, realizaran un estudio, un análisis exhaustivo para conocer el por qué de tanta presión ejercida por el asesor del juez de plaza, para que se acabara concediendo el rabo al Señor Cejas, a pesar de que no existiera un argumento torero para tal consideración.

El gran público no creemos que haya estado errado, y menos cuando en el momento mismo de la concesión de dicho y exageradísimo premio, protestó de forma contundente, y lo externó fehacientemente a través de levantar la voz, de gesticular, así como de ondear los brazos mostrando y demostrando la negativa al hecho taurino; es más tuvo que protegerse con guardias la integridad del señor juez.

Entendemos de motivar a los toreros, y sobre todo a los jóvenes, con el fin de que continúen su paso ascendente, pero entonces… ¿por qué si apoyar al Señor Cejas, y porque negar ese fundamental apoyo a Joselito Adame?

¿Qué acaso Joselito no lo merecía y el Señor Cejas sí?

Joselito nos ha demostrado merced a sus tardes heroicas en Arles en su alternativa cuando dejó muy en claro su capacidad torera al triunfar, incluso por encima de su padrino El Juli; o bien en su otro gran triunfo en Nimes, cuando se puso al tú por tú con el enigmático José Tomás.

Es por ello que no se entiende el por qué sí presionar para la concesión exagerada de un premio a un torero; y la inexplicable negación del reconocimiento al alternante.

No creemos en la injusticia, pero si en la explicación que reivindique a Joselito, al que no se le permitió salir por la Puerta Grande de la Monumental México, no sabemos por qué motivos, por lo anterior, sin lugar a dudas las autoridades están obligadas a encontrar el verdadero motivo de todo esto, si esa presión se ejerció por intereses oscuros, o por la falta de capacidad y carácter del juez de plaza.

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* Artículo afin: Lo dice Pepe Mata: Que alguien me explique por favor