A pesar de que muchos pensaban, o querían, que el flamante presidente norteamericano fuera titiritero, no se ha mostrado así. Ni se ha puesto el "pañuelo palestino" como otros ni se aprecia ambigüedad en su posicionamiento.
"Dejadme ser claro. América está comprometida con la seguridad de Israel y siempre apoyará el derecho de Israel a defenderse contra las amenazas. Durante muchos años Hamas ha lanzado cientos de misiles hacia ciudadanos israelíes inocentes. Ninguna democracia puede tolerar este peligro para su gente. No debe hacerlo la comunidad internacional y tampoco deberían hacerlo los propios palestinos, cuyos intereses sólo son defendidos mediante actos terroristas."
El pueblo palestino es algo mas que Hamas y sus actos terroristas. Uno no entiende cómo es posible que haya gentes que puedan apoyar a esos grupos terroristas. Ese grupo terrorista palestino, Hamas, quiere imponer con sus ataques, ya sea con misiles o con hombres suicidas, su ley. El pueblo palestino no lo representa ese grupo. Es mucho más amplio, viven en paz y también son sometidos muchos de ellos por esos mismos terroristas.
El caso es que la esperanza llamada Obama no dice lo que querían que dijera, dice lo que el sentido común aconseja y exige: Una democracia no puede consentir que un grupo terrorista sea una amenaza para su gente. Es de una claridad meridiana. De igual modo, ningún país soberano, España entre ellos, podría aceptar que una banda terrorista atacará con misiles y terroristas suicidas indiscriminadamente a la gente en su territorio. Cinismo al decirlo, o dejación de obligaciones al consentirlo, sería esa actuación de desprotección por parte del gobierno que lo hiciera.
Hoy también hemos sabido que Hamas lanza misiles desde el edificio de Prensa Internacional en Gaza, relatado por una periodista, Hannan al-Masri, de la televisión árabe Al-Arabiya. Lanzaron un misil Grad desde la planta baja, como la propia periodista relata en el vídeo grabado en los últimos días. Una nueva prueba de la utilización constante por parte de los terroristas de Hamas de instalaciones civiles para tratar de provocar que la respuesta israelí provoque víctimas entre la población civil.
Lo cierto es que Obama no se deja engañar por los terroristas y sus tretas, al contrario que los famosos titiriteros españoles (algunos no actúan en el cine ni en el teatro pero lo son también) y defiende los derechos de los pueblos libres. Algo que no vemos defender al grupo titiritero cuando ni se manifiesta contra Cuba, ni contra ETA, ni a favor de sus víctimas. Y es que llevar el famoso pañuelo o manifestarse contra Israel, no es estar a favor del pueblo Palestino, sino sencillamente a favor de la estrategia de un grupo terrorista llamado Hamas.
Entre tanto, el nuevo presidente de los Estados Unidos de América, resulta que no es de la tribu de los titiriteros. Lo imaginábamos, pero mejor que se lo haya dejado claro a nuestros titiriteros, los del cine y los del gobierno.
Obama es un signo de esperanza para muchas cosas, que deseamos, pero no para amparar los despropósitos terroristas. Que quede claro, le faltó decir.
Dijimos en un artículo anterior que nos podía pasar lo de la película: Bienvenido Mr. Marshall. Parece que empieza a pasarle a alguno.