Pocos sospechaban que, cuando Javier Villán llegó a la redacción del periódico EL Mundo para hacerse cargo de la crítica taurina, como digo, muy pocos pensaban que, dentro de aquel crítico, existía, desde hacía ya mucho tiempo, un hombre de una cultura excepcional, un erudito de las letras que, entre otras muchas cosas, amaba la fiesta de los toros. Villán es poeta, ensayista y narrador, con títulos como El Fulgor del Círculo, Sonetos de la Impostura, Sonetos de Fuego y Nieve, Esplendor de las ruínas, Indicios de Desmemorias o Memoria de Insomnios. En ensayo, su principal libro es, Umbral, la escritura absoluta. En narrativa lleva publicados tres títulos de una pentalogía sobre la memoria sentimental de España. Y, sobre toros, ha publicado, “César Rincón, de Madrid al cielo”, “Curro Vázquez, sombra iluminada”, y “ El Mundo del toro” un compendio de 103 crónicas con prólogo de Alfonso Sastre.
Javier Villán, al margen de otros muchos logros, termina de publicar una libro espléndido, diríamos que único en su género por su forma y contenido. Se trata de “ José Tomás, claves rituales de un enigma”, libro en el que se trata de una reflexión sobre las raíces estéticas y filosóficas de José Tomás; igualmente, Villán, trata, en este referido volumen, la idea ceremonial y trágica que marca el nacimiento y ascensión de José Tomás como torero.
Si ya sabíamos de su buen hacer, ahora, gracias a su generosidad, sabemos de su mejor sentir. Villán, cuando recibió nuestra invitación a participar en este libro al que titulamos, “ Cinco versiones de una feria”, no dudó un solo instante en compartir cartel junto a los otros compañeros.
Javier Villán comparte, junto a Pla Ventura, Antolín Castro, Pepe Mata y Antonio Lorca, ese quinteto que, desde su prisma objetivo y honrado, han querido mostrar, crónica a crónica, lo que ha sido la feria de San Isidro de Madrid. CINCO VERSIONES DE UNA FERIA es el resultado de una trabajo crítico, con el debido análisis de rigor que, con toda seguridad, calará en el alma de todos los aficionados y, gracias a Villán, hasta con todos aquellos que no les guste nuestra fiesta.