Llegadas estas Fiestas, cada cual hace los mejores propósitos y da traslado de sus mejores deseos a sus familiares, amigos y compañeros. Es natural. Aunque solo sea una vez al año, nos aparece el ser bueno que todos llevamos dentro y repartimos saludos, lotería, regalos y buenos deseos para nuestros semejantes.
Todo ello es cierto y está muy bien. Pero alguien debería preguntarse si tantos buenos deseos son extensibles a nuestra Fiesta Brava. Pues que quieren que les diga, pues que pienso que no. Bueno, bueno, habrá que hacer un aparte y detallar aún más esta aseveración.
Para vosotros, aficionados que nos leéis, todo es extensible. Los mejores deseos de Felicidad y también aquellos otros que se refieren al Año Nuevo. Nadie como vosotros necesita ese aliento y esperanza para mirar el futuro de vuestra afición. Nada como esa afición se encuentra en peor situación y, por tanto, necesita de los mejores deseos de todos. Por todo eso, es bueno y necesario este mensaje.
Nadie como vosotros sabe de la infelicidad y paciencia mantenida durante tantos años para perseverar en la que es una afición, en muchísimos casos, desde niños. A nadie como a vosotros se les ha arrancado a cuajo los valores que sustentaban esa afición. Por tantas y tantas cosas que se os han ido quitando, por tanta farsa y tanto fraude en vuestras más firmes convicciones de aficionados, es por lo que hoy me he propuesto escribiros. Lo necesitáis más que nadie, lo necesitamos, también, cuantos hacemos de su defensa una obligación cotidiana.
Felicidades y los mejores deseos para el próximo año. ¡Ojalá! quienes tienen la obligación formal de velar por la autenticidad de nuestra Fiesta, estuvieran dispuestos a dedicarnos un poco de atención y, sobre todo, de respeto. Ni los taurinos, ni los políticos, ni casi todos los ganaderos y toreros, sienten por cada de uno de nosotros el más mínimo respeto. Es más, utilizan nuestra presencia en las plazas a su conveniencia: unas veces para decir que sigue habiendo afición, -interesadamente- y otras para ignorar y, lo que es peor, detestar nuestra opinión llamándonos ultras o terroristas. De ellos poco podremos esperar; todo cuanto de bueno deba mejorarse, habrá de ser de vuestra cuenta, de los aficionados.
Por ser tan buenos aficionados, por tener tanta paciencia y constancia, por creer y saber que existe una Fiesta mejor, por eso merecéis que se os desee, queridos aficionados, la máxima Felicidad en estas fechas -lo tenéis ganado por vuestra lucha- y todo lo mejor en el Año Nuevo. Aunque lo mejor de la Fiesta ya existe: vosotros, sus aficionados cabales. Brindo por todos.
¡¡FELICIDADES!!